Adicción. «Los cigarrillos electrónicos contienen nicotina, una droga que es altamente adictiva. No es necesario vapear todos los días para volverse adicto». En este punto, añade que las personas que vapean tienen más probabilidades de comenzar a fumar cigarrillos comunes (con tabaco) y es más probable que desarrollen otras adicciones en el futuro.
Impotencia. El citado experto en Salud Pública y Medicina Preventiva destaca que «existe evidencia de que el vapeo puede causar disfunción eréctil en los hombres».
Ansiedad y depresión. «La nicotina empeora la ansiedad y la depresión. También afecta la memoria, la concentración, el autocontrol y la atención, en especial en los cerebros que están en desarrollo». Por tanto, el vapeo es especialmente peligroso para los jóvenes.
Problemas para dormir.
Exposición a sustancias químicas cancerígenas, lo que podría dar lugar a contraer alguna de las numerosas modalidades que existen.
Bronquitis crónica y daño en los pulmones, «que puede poner en riesgo la vida».
Los problemas de salud no son inmediatos
March resalta que los problemas de salud derivados del vapeo no son inmediatos, sino que hay que esperar un tiempo. «Un chico que empiece a vapear a los 15 años, a los 30 podría desarrollar un cáncer de pulmón. La industria está gestando una nueva generación adicta con estos nuevos productos más atractivos. Además, existe una falsa sensación de seguridad e inocuidad totalmente alejada de la realidad».
También advierte que «la exposición a estos metales tóxicos de los aerosoles y líquidos de los cigarrillos electrónicos está relacionada con el deterioro cognitivo, los trastornos del comportamiento, las complicaciones respiratorias, las enfermedades cardiovasculares y el cáncer, y es especialmente perjudicial durante el desarrollo».
March denuncia que «los vapeadores suponen un riesgo añadido para la salud. Su fabricación no está tan homogeneizada como la del tabaco y, por tanto, no se conocen exactamente las sustancias y puede existir un riesgo. También puede existir un riesgo inherente porque la forma de consumo del vapeador hace que la penetración a través de los bronquios sea más fácil y llegue más lejos dentro de la tráquea que la aspiración simple mediante el cigarrillo convencional, es decir, el vapeador facilita probablemente una penetración en profundidad mayor».
Para concluir, advierte que, pese a que hay de muchos tipos, «la mayoría de los dispositivos de vapeo funcionan de manera similar. La inhalación activa un dispositivo de calentamiento a batería; esto calienta el líquido en un cartucho, convirtiéndolo en vapores que se inhalan. El vapeo expone los pulmones a una variedad de productos químicos. Estos pueden incluir los principales productos químicos activos en el tabaco (nicotina) o marihuana (THC), saborizantes y otros ingredientes que se agregan a los líquidos de vapeo. Además, se pueden producir otros productos químicos durante el proceso de vapeo».
1 comentario
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Es malo, pero mucho mejor que el tabaco, no?