Patricia Bauzá.

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El imparable incremento del precio de la vivienda y las dificultades para alquilar o comprar se han convertido en un problema capital en Mallorca. «Nos vamos a convertir en otro Mónaco», reflexiona al respecto Patricia Bauzá, gerente y agente inmobiliaria, que forma parte de la Asociación de Inmobiliarias de Baleares. Sostiene que la solución al problema de la vivienda podría ser la limitación de la compraventa a los no residentes aunque «eso no lo podemos hacer», a pesar de que son los que acaban copando el mercado.

¿Cómo ve la situación del alquiler en Mallorca y del mercado inmobiliario en general?
Pues mal, aunque buscar a un culpable es muy difícil. Por un lado, hay muy pocas viviendas en alquiler y, por otro lado, el precio de las que quedan en el mercado es tan alto que el acceso es complicado, por no decir imposible, para los residentes locales. Al final se alquila al no residente, que en muchas ocasiones puede asumir un pago mensual más elevado.

¿Qué diferencias hay entre el inquilino español y el extranjero?
Muy fácil. Hemos llegado a un punto en que el comprador local no puede acceder a viviendas de alquiler porque le representa un gasto excesivo y al final está inclinándose por la opción de compra. Los precios son una locura y por más que intentamos educar al propietario, como sabe que luego vendrá un no residente y le pagará un alquiler mensual alto y cómodamente, los mallorquines están optando por la compra. Hemos notado una demanda más alta. Los avales del IBAVI (Instituto Balear de la vivienda) para la compra favorecen esa opción, que la gente se plantee comprar una vivienda y no alquilarla.

¿Cómo favorecer la compra por parte de propietarios locales?
Siendo sincera, no se puede. Yo trabajo para el comprador. No podemos hacer diferencias en función de su nacionalidad. Va contra los valores éticos que tenemos las inmobiliarias. El mallorquín es el primero que tiene la culpa ya que siempre piensa que vendrá un extranjero que pagará más. Además, tenemos a las inmobiliarias extranjeras. Al final son ellas las que están incrementando los precios. Es difícil para las inmobilarias locales, pero el no residente ya busca las locales porque conocen el mercado de la isla y pueden invertir mejor. La Conselleria anunció que se haría un registro que incluyera a los profesionales del sector, de forma que se deban cumplir una serie de requisitos; esperamos que en un futuro se regule el sector.

¿Cómo ve la situación de aquí cinco o diez años?
La única solución que creo que puede haber es limitar la compraventa a los no residentes. Pero el problema es que somos parte de la Unión Europea y no lo podemos hacer. Esto, al final, es un mercado libre y tú le puedes vender una casa a quién te dé la gana. Esto ya pasó en Ibiza hace años y ahora está ocurriendo a Mallorca. En Ibiza los precios rondan los 9.000 euros el metro cuadrado y esto va a acabar repitiéndose aquí. Nos vamos a convertir en otro Mónaco si seguimos así y la gente local tendrá que irse a vivir a pueblos. ¿Solución? Lo único es poner límites y lo que tendría que hacer el Govern es un cambio de uso del suelo rústico a vivienda social. Ya sea de alquiler o de venta.

Un joven que quiera alquilar o comprar, ¿qué pasos debe dar?
Mi recomendación siempre sería comprar. Le va a salir siempre más económico. Siendo joven, lo que puedes hacer es comprar, alquilar lo que has comprado e ir pagando la hipoteca y el día de mañana barajas la mejor opción. Pero, una persona sola, aquí en Mallorca será difícil. Siempre tendrán que ser dos. No es que tu no puedas pagar la vivienda, es que luego tenemos la problemática del banco, que tiene que estudiar la viabilidad económica. Porque si eres funcionario, perfecto. Pero como seas un autónomo, en vez de facilitarte las cosas, realmente te las complica.

En cuanto a zonas residenciales, ¿cuál es la mejor? ¿Y la peor?
Yo creo que en Mallorca no tenemos zonas malas. Tenemos zonas más pobres como podría ser Son Gotleu o La Soledat, pero al final no son malas para vivir. A excepción de las zonas que todos conocemos (Corea, Son Banya…), no tenemos zonas malas. Como residente, creo que lo mejor es vivir en un radio de 40 kilómetros de Palma. Lo demás lo desconozco. Yo creo que los pueblos irán creciendo mucho más y se llenarán de gente joven porque no les va a quedar otra.

¿Qué opina de las manifestaciones contra la saturación?
Me parecen lógicas. La foto viral de una chica vestida de Engels & Völkers atando a un mallorquín a una correa, creo que es la representación más real. El mallorquín siempre ha preferido vender al no residente, al final es dinero y dinero. Tenemos la suerte de vivir en un paraíso y que todo el mundo quiere venir aquí. Creo que tiene que haber turismo, pero limitado. Los Airbnb hay que quitarlos. ¿Para qué están los hoteles? Para los turistas. ¿No hay más plazas? Pues no hay. Así de sencillo.