Así, han colaborado con el programa casi 300 empresas, 132 de ellas se han sumado este año por primera vez, y se ha contribuido a impulsar 14 nuevos negocios, según ha informado la fundación en una nota de prensa este miércoles.
En concreto, durante el primer semestre de 2024, el programa ha facilitado la cobertura de 483 puestos de trabajo. Del total de las inserciones, 272 han sido de mujeres y, 211, de hombres. Además, 137 han sido de personas con alguna discapacidad, mientras que 346, de personas en riesgo o en situación de exclusión.
En relación con las empresas colaboradoras, en lo que va de año han sido 285 las que han participado en el programa, 132 por primera vez. Desde la Fundación señalan que este dato ilustra el «intenso trabajo de sensibilización» que realizan los técnicos de Incorpora para hacer crecer el número de empresas que identifican el programa como «una oportunidad para expresar su compromiso con la no discriminación y la igualdad de oportunidades y crear entornos laborales cada vez más diversos e inclusivos».
En esta línea, defienden que la diversidad en las plantillas no solo mejora la cultura empresarial, sino que también impulsa la creatividad y la innovación. De este modo, las empresas que integran su compromiso social en la estrategia de negocio contribuyen a crear «un futuro más justo, ético y sostenible».
Según la Fundación «la Caixa», mediante su compromiso con la inserción sociolaboral, estas empresas contribuyen a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) 8 y 10, referentes al trabajo decente y crecimiento económico y a la reducción de las desigualdades. «Abriendo nuevas vías laborales a colectivos en situación de vulnerabilidad y ayudando a crear impactos positivos para las personas y para la sociedad, así como a desarrollar soluciones para la sostenibilidad», destacan.
Asimismo, el programa Incorpora contribuye también al ODS 17, de alianzas para lograr los objetivos, puesto que fomenta la construcción de alianzas entre las entidades del tercer sector y las empresas colaboradoras.
Por otra parte, subrayan que si la búsqueda de empleo es de por sí un proceso complicado, para las personas en situación o riesgo de exclusión social es «mucho más difícil». La discapacidad, el origen, el género, el nivel formativo u otros factores de tipo socioeconómico son factores de riesgo que, según remarcan, actúan como barreras de acceso al mercado laboral.
Es en este contexto que la Fundación «la Caixa» impulsa desde el 2006 el programa Incorpora con el objetivo de acompañar, a través de las entidades sociales que forman su red, a diferentes colectivos. En concreto, a personas con discapacidad, jóvenes en riesgo de exclusión, mujeres víctimas de violencia de género, desempleados mayores de 45 años, personas privadas de liberad y personas con problemas de salud mental, entre otros.
De este modo, se busca mejorar su empleabilidad y conseguir la integración sociolaboral que facilite su inclusión social. Según apuntan, la inclusión laboral de estas personas que lo tienen más difícil no es posible sin el apoyo del tejido empresarial, como agente generador de empleo.
Trabajo en red de entidades y técnicos
El programa se basa en el trabajo en red de las entidades sociales vinculadas y de sus técnicos, puesto que la colaboración aumenta las posibilidades de cubrir de forma más rápida y con calidad las ofertas laborales que presentan las empresas.
Precisamente, los técnicos del programa diseñan itinerarios de inserción personalizados que reconocen el potencial de los usuarios y promueven su participación, para lograr una inserción laboral eficaz.
En esta línea, señalan como un factor clave para el éxito de la inserción que la persona se sienta protagonista de su proceso para construir la confianza necesaria para buscar trabajo y aumentar su autonomía.
«Conseguir un trabajo va mucho más allá de un contrato laboral», destaca el subdirector general de la Fundación «la Caixa», Marc Simón, quien subraya que el «mayor logro del programa Incorpora es que las personas en situación de vulnerabilidad mejoren su bienestar, amplíen su red social y disfruten de un proyecto de vida autónomo».
Una cuestión que, según afirma Simón, es posible gracias a la alianza entre las entidades sociales y el tejido empresarial, «unidos por el compromiso de generar impactos positivos para las personas y contribuir a una sociedad más inclusiva».
Igualmente, el programa impulsa formaciones, con la implicación de las empresas, para mejorar las competencias de los participantes. Así pues, la formación Incorpora ayuda a los usuarios a incrementar las competencias técnicas y las transversales más demandadas por las empresas. Por ejemplo, la flexibilidad, la capacidad de relación, el trabajo en equipo y las competencias digitales.
Para diseñar la formación, la iniciativa tiene en cuenta la demanda de las empresas y la falta de personal de determinados sectores que, lo que repercute en «unas tasas de inserción muy elevadas» cuando los alumnos concluyen la fase práctica del curso.
Desde la Fundación ponen en valor la atención personalizada que ofrecen los profesionales del programa, que califican de «pilar esencial». Los técnicos trabajan para encontrar salidas laborales a personas que «realmente lo necesitan».
Impulsa 14 nuevos negocios
El programa incluye también apoyo para desarrollar un plan de negocio y analizar la viabilidad para crear la empresa. Según explican, entre el colectivo de personas vulnerables ante el empleo hay personas con un perfil emprendedor que se plantean crear un negocio propio.
En esta línea, la iniciativa cuenta con 45 puntos de autoempleo desplegados en toda España en los que, a través de profesionales, se ofrece un itinerario personalizado de apoyo para desarrollar un plan de negocio.
En Baleares, en los seis primeros meses de este año, la línea de autoempleo del programa ha contribuido a impulsar 14 nuevos negocios liderados por personas en riesgo de exclusión social.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.