Una patera en Formentera. | Efe

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El Govern convocará a los consells insulares a una conferencia de presidentes extraordinaria para abordar la emergencia migratoria en Baleares, según anunció este viernes la consellera de Presidència, Antònia Estarellas, actuando como portavoz autonómica. El encuentro tendrá lugar previsiblemente la primera semana de septiembre con la intención de tratar exclusivamente la cuestión de la llegada de migrantes a las costas.

La decisión se enmarca en la crítica contra el Estado que durante el verano ha lazando el Consell de Mallorca, que tiene su sistema de acogida de menores migrantes no acompañados «al límite», como advirtió el conseller insular de Benestar Social, Guillermo Sánchez.

La llegada de menores migrantes ya supera a finales de este mes el número de todos los que recibió y tuteló el Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS) el año pasado, cuando llegaron 180. Solo este agosto han llegado 31, y es el mes del año en que más han desembarcado en la Isla. El Consell ya acoge a 185, el 50 % de los menores que tutela. El Consell solicitó una reunión con la Delegación del Gobierno en las Islas, pero todavía sigue sin una respuesta oficial.

La consellera Antònia Estarellas recordó que el presidente del Gobierno central, Pedro Sánchez, se comprometió precisamente a convocar para hablar de este asunto una Conferencia de Presidentes Autonómicos. «Este tema tendría que ocupar más al Gobierno», insistió, haciendo hincapié en que el establecimiento de una ruta migratoria hacia las Islas no supone únicamente la llegada de personas a las que «hay que integrar y ayudar» sino que en los últimos años «se ha disparado» la llegada de menores cuya atención supera la capacidad de los consells insulares.

Se trata de una tendencia que no deja de crecer desde 2016, cuando llegaron 11 menores. En los cinco años anteriores nunca habían sido más de cuatro en todo el año. Sin embargo, y desde entonces, no para de aumentar la cantidad de adolescentes que deciden arriesgar la vida para cruzar los más de 240 kilómetros que separan Balears de Argelia, de donde proceden la inmensa mayoría y desde donde suelen salir las embarcaciones que usan.