Desde 2009, los arrecifes de corales han disminuido un 14% por el calentamiento global. | Agua Nea

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La economía azul está en plena expansión y, según la Red Española del Pacto Mundial, ya representa el 5% del PIB mundial. A nivel nacional, este sector genera unos 691.000 puestos de trabajo, una cifra que, aunque significativa, se debe en gran medida a pequeños proyectos con un enfoque local. Estas iniciativas «actúan como catalizadores del cambio, al enfocarse en soluciones concretas que suman a esfuerzos más amplios», explica Lucía Borges, responsable de comunicación de la Fundación Cleanwave, un proyecto cuyo objetivo es convertir las Baleares en un modelo mundialmente reconocido de vida regenerativa. La organización opera a través de tres pilares: conciencia, reducir y restaurar. Entre sus logros, destacan la instalación de las fuentes públicas de agua en las islas, donde la gente puede rellenar sus botellas de forma gratuita. Además, a través de su programa MedGardens contribuyen a la restauración marina.

«En las últimas décadas, un tercio de la población de posidonia en la cuenca Balear se ha degradado, lo que deja unas 65.000 hectáreas restantes», indica Borges. Sus proyectos se dedican a mejorar los hábitats costeros, mediante la recuperación de ecosistemas perturbados y la conservación a largo plazo. En concreto, trasplantan y refuerzan las comunidades de algas y plantas marinas en el fondo marino costero poco profundo. Desde la organización subrayan la importancia de la conservación de la posidonia en la región balear «debido a su papel como hábitat principal para la crianza de más del 80% de las especies marinas».

Cada minuto, se venden más de un millón de botellas de plástico en el mundo, según el Informe sobre la industria global del agua embotellada de la ONU. Ante esta alarmante cifra, Agua Nea nació en una lata de aluminio, un metal que se puede reciclar tantas veces como se quiera. «Con la compra de este envase, estás ayudando a restaurar ecosistemas marinos», escriben en su enlatado. Empleando esta alternativa, la marca ha evitado generar 47.900 toneladas de plástico. La sostenibilidad, grabada en su ADN, se refleja en su compromiso con la reducción y compensación de más del 50% de sus emisiones de CO2.

Agua Nea ha sembrado 2.155 corales.

Tras la iniciativa una foto un coral están Alex Dakov y Fernando García Torrubia, dos «amantes del océano» que crearon la marca de agua. La empresa, que cuenta con el certificado B Corp, no solo se propone ser una bebida mineral, sino que busca transformar un producto de uso diario en un motor de cambio. «Para nosotros lo más importante es acercar la idea de restaurar los ecosistemas a través de un hábito común, como puede ser comprar una bebida», explica Alex Dakov, CEO y cofundador. Actualmente, han sembrado 2.155 corales, una de las especies más amenazadas por el calentamiento global, en Costa Rica y el Mediterráneo.

Save the med es otra fundación con raíces baleares. Más concretamente, en Pollença llevan a cabo un proyecto de regeneración marina, que actualmente estudia los fondos marinos, especialmente el estado de las gorgonias. Estos organismos marinos se encuentran arraigados al suelo marino y son de gran importancia en el ecosistema marino, pues actúan como refugio y hábitat de multitud de especies. Su existencia se ve amenazada por la actividad humana, la contaminación y el cambio climático. «No se trata de proteger a especies individuales, sino de proteger su hábitat», recuerdan desde la institución.