Imagen de un incendio en la albufera, que quemó 50 hectáreas de cañizo. | R.S.

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Con los dedos cruzados para que no se produzca un desastre este mes de septiembre, Baleares puede presumir de haber pasado un verano sin incendios como no se había visto en años. En lo que va de año y con agosto ya superado, el peor mes del verano, la superficie quemada ha sido de 74,27 hectáreas, de las que 50 corresponden a un fuego que afectó a cañizo en la albufera por lo que no supuso pérdida forestal, aunque sí afectó al hábitat y a la fauna de la zona. El resultado es que este año solo han ardido 10,87 hectáreas de superficie arbolada.

Son datos muy buenos, que contrastan con desastres que se han vivido otros veranos, que dejan cifras escalofriantes de hectáreas de bosque arrasadas. En 2013, un incendio, quemó durante 18 días la Serra de Tramuntana y dejó un paisaje de devastación, con 2.140,2 hectáreas quemadas en varios municipios. Solo este incendio quemó 196 veces más de masa forestal que todo lo que ha ardido hasta el momento. En 2011, otro fuego ardió sin cuartel y dejó 2.341 hectáreas arrasadas.

El Govern asegura que aún no hay que bajar la guardia, a pesar de que está siendo uno de los años más tranquilos en esta materia. En todas las islas ha habido 68 incendios de pequeña importancia, la mayoría de ellos en Mallorca. Del total de hectáreas quemadas, 63,29 han sido en Mallorca; 7,62, en Menorca; 3,17 en Eivissa y 0,18 en Formentera. La Conselleria d’Agricultura insiste en la prevención y recuerda que nueve de cada 10 incendios forestales los causa el hombre