Alemanes siguiendo a su selección desde un bar de Playa de Palma este verano. | TERESA AYUGA/GUILLERMO ESTEBA

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El turismo nacional pinchó en julio en Baleares. Las llegadas procedentes de otras comunidades autónomas han experimentado una bajada del 13 % con respecto al mismo mes de 2023. Un retroceso clave -el español es el tercer mercado de las Islas- para atemperar el crecimiento turístico en 2024, que acumula 10,7 millones de llegadas en los primeros siete meses, 584.000 más (5,4 %) que en el mismo periodo de 2023. Así lo reflejan los datos de llegadas (FRONTUR) y gasto turístico (EGATUR) publicadas hoy en el Instituto Nacional de Estadística (INE) y en el Institut d'Estadística de Baleares (IBESTAT).

El retroceso de los nacionales no fue óbice para que julio volviera a superar los 3 millones de visitas en total (ya lo hizo el año pasado). En total llegaron a las Islas 3.005.160 turistas, de los cuales 492.856 eran españoles (565.787 en julio de 2023). Aparte del estatal, otros dos de los mercados principales han registrado una caída interanual, aunque no tan pronunciada: Italia (-11 %) y Reino Unido (-10 %). El resto de los principales mercados emisores muestra cifras al alza, como es el caso de Alemania (12 %), Francia (22 %) o Países Nórdicos (39%) o Suiza (23 %). El balance global, sumando llegadas nacionales e internacionales, fue de un aumento del 1 %.

Esta retracción del turismo nacional puede deberse a varios motivos ya apuntados desde el sector. Uno es la escalada de precios: el encarecimiento de la oferta balear, empezando por los precios de los vuelos y el alojamiento, está siendo bien encajado en países con consumidores de mayor capacidad adquisitiva, pero está mermando la demanda en los que viajan con un presupuesto más justo.

Por otro lado, todavía se está haciendo un seguimiento del eco que las diferentes movilizaciones contra la saturación turística está teniendo en los mercados emisores y el efecto que pueden tener sobre la demanda. Lógicamente, el turista nacional es el más próximo -y, por tanto, probablemente el más sensible- al impacto que puede tener la difusión mediática de las protestas.

Por lo que respecta al gasto turístico, en julio se alcanzaron los 4.159 millones de euros, por lo que en el acumulado anual el gasto suma 12.405 millones de euros (casi 1.500 millones más, un 13 %).
Las estadísticas sobre gasto por persona en el mes de julio ejemplifican la brecha entre visitantes nacionales e internacionales: todas las nacionalidades registran una media de más de 1.000 euros gastados por persona a excepción de la española, que se queda en 760 euros por persona. Nórdicos (1.670 euros) y suizos (1.570 euros) son los que presentan mayores cifras en el mercado europeo.