Marga Prohens aplaude a Sebastià Sagreras (PP) durante su intervención. | M. À. Cañellas

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PP y Vox ya trabajan por separado para redefinir su relación en el nuevo periodo de sesiones que comienza la semana que viene y que tendrá en la derogación de la Ley de Memòria Democràtica un punto clave. Los dos partidos niega en público que la abstención del PP que permite la continuidad de Gabriel Le Senne haya sido algo pactado con Vox a cambio de su voto a los Presupuestos. Las cuentas ni siquiera han comenzado a tramitarse en el Parlament, pero la decisión del PP ayudará a que Vox suavice su postura ante Marga Prohens.

Sin embargo, no serán los Presupuestos la primera prueba de fuego de qué pasará a partir de ahora entre los dos partidos que hasta ahora eran socios. Por el camino aparecen antes dos dificultades que darán una idea bastante aproximada de cómo se relacionarán a partir de ahora Marga Prohens y el partido de Santiago Abascal: el decreto de simplificación administrativa y la derogación de la Ley de Memòria Democràtica.

El plazo para presentar enmiendas a este texto, que a punto ha estado de costarle el puesto a Gabriel Le Senne, finaliza el lunes de la próxima semana. Ese día se verá si Marga Prohens quiere marcar distancias con Vox o si optad por rebajar las tensiones y tratar de pasar una legislatura cómoda. Tras el anuncio de ruptura del pacto por parte de Santiago Abascal, la presidenta del Govern dijo que ya no se sentí vinculada a los 110 puntos del acuerdo firmado por Vox, algo que el portavoz del PP, Sebastià Sagreras, suscribió en el pleno de ayer.

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Entre las medidas que propuso Vox y que no se han ejecutado está la derogación de la Ley de Memòria. En aquella rueda de prensa, Prohens dejó abierta la posibilidad de que esta propuesta no salga adelante o que el PPpresente enmiendas para modificar la propuesta de Vox. El lunes de la semana que viene se sabrá si el PP presenta enmiendas o no y si aquella advertencia de la presidenta queda en papel mojado o sale adelante.

Si la actitud del PP hacia Vox se verá en las enmiendas que presente el lunes a esta norma, la de Vox hacia el PP se verá antes, este mismo viernes, que es cuando acaba el plazo para que los grupos parlamentarios presenten enmiendas a una de las normas estrella de la presidenta: el decreto de simplificación administrativa.

El partido de extrema derecha ya está preparando propuestas de modificación al texto, si bien aún no ha hecho públicas sus intenciones. Si se sabe que los de Abascal quieren liberalizar aún más algunas de las propuestas que aparecen en el texto elaborado por el vicepresident del Govern, Antoni Costa. PP y Vox deberán sentarse a negociar las posibles discrepancias en otra prueba que medirá la realidad de su relación política. Fuentes no oficiales de la dos formaciones afirman que no habrá problemas para que haya acuerdo ni en estos dos asuntos ni en la negociación de los Presupuestos a pesar de que los puentes entre ambos están rotos, al menos formalmente y en apariencia.