El exdirector general de la caja, Pere Batle, durante su declaración en la jornada del juicio.

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«Las víctimas de todo esto hemos sido nosotros. Salimos escaldados, perdimos el dinero, tiempo y hasta la ilusión». Adolfo Sánchez de Movellán, uno de los administradores de Sotohermoso, la promotora asociada con Sa Nostra, negó en el juicio en la Audiencia Nacional haberse hecho con 40 millones de la entidad a través de los créditos aprobados por el resto de acusados. Al igual que los demás, achaca el fracaso de las promociones que es iban a desarrollar en Andalucía y Cantabria a la crisis. «Nos lo pararon, nos dejaron sin nada y luego la Sareb ha ganado mucho dinero con los suelos que habíamos comprado».

Según su relato, el estallido del ladrillo les dejó sin liquidez ni posibilidad de financiación y ahí, narró que Sa Nostra y su filial Invernostra intentaron hacerse con todo el patrimonio de Sotohermoso, justo al revés de la tesis de la acusación. Sostuvo que fueron «negociaciones muy duras» con la cúpula de la entidad y se centró en la opción de compra que terminó por ejecutarse cuando Sa Nostra ya se había diluido en BMN. Para las acusaciones, ese contrato implicaba exonerar de todas sus deudas a los socios de Sotohermoso y a que Sa Nostra las asumiera. Todos los acusados niegan esa tesis. «Perdimos dinero nosotros, los tres millones de capital que aportamos y nos quedamos sin el patrimonio», explicó Sánchez de Movellán.

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El exdirector general de Sa Nostra, Pere Batle, también declaró como acusado. Incidió en una línea similar a la de su sucesor, Pau Dols y a la del presidente de la entidad, Fernando Alzamora, el día anterior. Explicó que, cuando él se jubiló en junio de 2009, según los datos contables, Sotohermoso tenía cuatro millones de euros en positivo.

Justificó que se mantuvo la financiación, en primer lugar para recuperar el control de cincuenta millones en activos. También porque existía un «riesgo importante» de que Sotohermoso incurriera en un impago y en un posible concurso de acreedores. «No había otra alternativa. Un concurso hubiera sido tremendo para la caja. Se hubiera generado una bola y habrían venido muchos clientes a pedir el reintegro de sus depósitos ante el impago de una sociedad que, aunque fuera de forma minoritaria, tenía detrás a la caja». En una línea similar, Sánchez de Movellán, señaló que accedieron finalmente a ceder el control a la caja porque, la otra posibilidad hubiera sido forzar un concurso de acreedores. «Éramos conscientes del problema si nos poníamos cabezotas».

Más escueta fue la declaración de otro directivo de Ibernostra acusado, Antonio Cantallops, que negó cualquier trato de favor a Sotohermoso. En la sesión comparecieron los primeros testigos, ocho antiguos consejeros de la entidad. Aseguraron que disponían de los expedientes y que confiaban en los técnicos.

El apunte

El president del Parlament, citado hoy como testigo

La Audiencia Nacional ha citado hoy como tesigo al presidente del Parlament, Gabriel Le Senne, propuesto por la Fiscalía. Según fuentes de la causa, tendrá que comparecer en Madrid ante el tribunal. Al día siguiente, el viernes, tiene que declarar como investigado en los juzgados de Via Alemania.