El empuje de la venta on-line y la retracción del gasto turístico han lastrado la temporada.

Turistas y residentes paseando por Palma este verano. | Jaume Morey

Enrique Fueris01/10/24 17:40
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La Asociación de Empresarios de Comercio de Balears (AFEDECO) contradijo ayer los datos divulgados el día anterior por el Observatori del Comerç del Govern que mostraban un repunte en las ventas del mes de agosto. La patronal critica que las estadísticas del departamento autonómico son fruto de un análisis poco detallado que no ofrece una visión realista de la diversidad del sector: la temporada no ha sido buena, mantienen, y agosto «solo ha servido para salvar los muebles».

Así, la patronal apunta que resulta «fundamental» diferencias el comercio minorista del mayorista, especialmente teniendo en cuenta que este último representa el 21 % del total de la actividad comercial en Baleares. También se objeta que el análisis debería segmentarse por tipo de productos, ya que las variaciones en determinados subsectores con un peso importante en el volumen de facturación -como el de los carburantes- distorsionan las estadísticas.

«Agradecemos el trabajo del Observatori, sobre todo porque antes no había nadie que se ocupara de ello», señala la presidenta de Afedeco, Joana Manresa, para matizar que la intención de la patronal es sugerir cambios en la metodología analítica que arroje unos resultados más precisos y fieles a la realidad del sector. Indica, por ejemplo, que la inclusión de las estaciones de servicio, un subsector que «por su peso debería ser analizado aparte».

Un dato al que debería darse más atención, asevera Manresa, es el que indica una disminución de casi el 30 % en el número de comercios de las Islas desde 2008. «Este dato, por sí solo, es un claro indicio de los desafíos que enfrenta el sector, agravados por la competencia del comercio on-line y los cambios en los hábitos de consumo». Agosto, en ese sentido, ha supuesto solo un ligero alivio tras una temporada que no ha cumplido las expectativas y que ha penalizado de manera especial segmentos como el de ropa y calzado. «Esta es nuestra realidad ahora mismo: el comercio de proximidad está sufriendo y mucho», sentencia Manresa.