Turistas paseando por el centro de Palma esta semana. | Jaume Morey

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Buenas perspectivas para el cierre del año turístico en Baleares entre el sector. Exceltur, la Alianza para la Excelencia Turística, anticipa un crecimiento importante en el último trimestre que podría incluso mejorar las tasas registradas de enero a septiembre, con un impacto económico un 7,3 % superior al de 2023 durante el mismo periodo. Así, en su balance del tercer trimestre, Exceltur hace hincapié en que el verano ha sido «mejor de lo esperado», con la generación de más de 77.000 millones de euros en el conjunto del Estado. El crecimiento del PIB turístico a nivel estatal este año se situaría dos puntos y medio por debajo del balear, en un 4,8 %.

El arreón final en el Archipiélago balear, especifican, vendrá propiciado sobre todo por unos buenos niveles de la conectividad aérea, con un 5,6 % más de vuelos que en octubre del año pasado. De este modo, se da por hecho un sustancial alargamiento de la temporada veraniega gracias a un «notable dinamismo» en las ventas, por encima incluso del resto de destinos del litoral mediterráneo (con la excepción de la Comunidad Valenciana) y de los destinos de interior. Por otro lado, Ibiza y Formentera encabezan el ranking de ingresos por plaza disponible en la oferta hotelera de sol y playa, con 200,9 euros gracias al incremento del 7,1 % registrado de junio a agosto. Menorca se ubica en la cuarta posición con 158,5 euros por plaza disponible, mientras que Mallorca es sexta con 143 euros. Los ingresos medios por habitación hotelera disponible aumentaron en el global Baleares un 9,3%.

A nivel global, el informe destaca la «tendencia a la normalización en los ritmos de crecimiento» después del acusado repunte de la actividad en la recuperación pospandémica. La mención a las cifras de la afiliación a la Seguridad Social y el buen comportamiento en general del mercado laboral dentro del sector contrasta con la preocupación sobre «el impacto que tendría» la reducción de la jornada laboral. Exceltur se opone a una medida que, según estima, supondría un coste anual de 2.348 millones de euros para las empresas.

El informe también tilda de «preocupantes» los «episodios puntuales de contestación ciudadana» vividos en Baleares y otras comunidades por la saturación turística, fenómeno que achacan a al «aumento desbordante de la oferta ilegal de alojamiento en viviendas turísticas y otras actividades» como guías turísticos, coches de alquiler, embarcaciones de recreo o venta ambulante, «además de la superposición de llegadas de grandes cruceros en algunos puertos».