Llorenç Galmés y Pedro Bestard mantienen su acuerdo de gobierno (arriba, el día de la firma) a pesar de las reiteradas crisis internas de Vox Baleares. | Pere Bota

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El PP y Vox ya han iniciado las negociaciones para consensuar la aprobación de los presupuestos del Consell de Mallorca del año que viene y el catalán vuelve a ser un elemento condicionante para que la extrema derecha apoye a los ‘populares’ de Llorenç Galmés. Desde Vox son muy cautelosos y se limitan a decir que están «explorando diferentes fórmulas para encontrar un equilibrio que nos permita avanzar». «Es pronto para anticipar cómo se concretará», insisten, aunque la formación lleva meses reclamando eliminar todas las subvenciones destinadas directamente a entidades como la Obra Cultural Balear (OCB) y Joves de Mallorca per la Llengua.

La propuesta de Vox es que todas las ayudas económicas sean de libre concurrencia, es decir, que haya una partida dedicada a asuntos lingüísticos a la que cualquier entidad pueda optar. Esta es una fórmula que ya existe, pero la intención es que sea la única vigente. El PP prefiere mantener ambos modelos y, en cualquier caso, mantener un respaldo económico a favor de la lengua. Así se evidenció en las actuales cuentas, puesto que el presupuesto global dedicado a la lengua subió de 2,3 a 2,4 millones de euros para este año.

Durante la negociación del primer presupuesto entre Vox y PP, la idea de eliminar todas las partidas, sin embargo, no llegó a cuajar. Sí que se consensuó, en cambio, reducir las cuantías dedicadas a las dos entidades antes mencionadas: de 50.000 euros a 35.000 en el caso de la OCB y de 60.000 a 45.000 para la organización juvenil.    Además, en este primer año y medio de legislatura la oposición, del PSIB, Més y el PI, ha salvado las ayudas para fomentar el catalán votando con el PP en los plenos insulares. Vox se ha posicionado en contra en todos los casos.

En cualquier caso, el portavoz de Vox en el Consell, Antoni Gili, aseguró en un pleno que darán estabilidad al pacto, aunque rechacen las políticas lingüísticas de su socio. Una postura que la oposición critica por considerar que solo «busca mantener inflamado» a su electorado mediante una «doble moral», como afirmó el socialista Joan Ferrer.

Otra línea que se prevé que marque la negociación de las próximas cuentas es el presupuesto que se destine a políticas de Igualdad, sobre las cuales Vox es reacio. Asimismo, siempre queda en el aire la posibilidad de que la dirección estatal del partido de Santiago Abascal presione a su grupo insular para modular estos acuerdos.