Gente comprando en una tienda de Palma en una anterior edición del Black Friday. | M. À. Cañellas -

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Ni las perturbaciones logísticas derivadas del paso de la DANA por Valencia ni la amenaza de huelga en el transporte de mercancías ponen en riesgo el flujo de mercancías en Baleares. Grandes superficies y comercio de proximidad se han parapetado ante posibles imprevistos y ya tienen almacenado todo el género destinado al Black Friday y a la campaña navideña, con unas previsiones de ventas superiores a las del año pasado para ambas citas.

Carolina Domingo, presidenta de la patronal del pequeño comercio Pimeco, se muestra muy optimista de cara a la evolución del consumo en las próximas semanas. «El Black Friday es una inyección muy importante para el pequeño comercio a pesar de la fuerte competencia de las plataformas online y sus descuentos agresivos. Y si la Navidad va bien ya te permite llegar a la siguiente temporada turística», señala Domingo para resaltar que el importante flujo de turistas que se espera para este invierno debe apuntalar el consumo de residentes.

El sector de las grandes superficies anticipa igualmente buenos resultados. Desde el Corte Inglés auguran una campaña navideña mejor que la de 2023 y, de hecho, se ha reforzado las plantillas de sus centros en Palma con un centenar de empleados más entre noviembre y enero en las áreas de venta en las que se prevé mayor incremento de la actividad: juguetería, moda y confección o alimentación, así como en comercio online.

Por otro lado, los almacenes llevan llenos desde octubre, antes incluso del desastre de Valencia. El transporte de mercancías se ha visto afectado a diferentes niveles desde entonces, aunque la situación se está estabilizando con el paso de las semanas, asegura el presidente de la patronal balear del sector, Ezequiel Horrach. La fluidez, explica, «no es la de antes», aunque se ha normalizado relativamente para la mayoría de artículos, especialmente los de primera necesidad como la alimentación.

«Hay almacenes que un principio quedaron tocados pero que se han ido buscando la vida por otros lados, por ejemplo con vías alternativas como Barcelona o compartiendo naves», señala Horrach para añadir que el género está asegurado para la Navidad. «Los pedidos grandes ya están hechos y los almacenes están llenos». Es más, la logística ya se está concentrando en el material de la próxima temporada turística y en los envíos de artículos como la ropa de verano, asegura. La evolución del consumo determinará ahora un posible incremento del tráfico para las reposiciones, incremento que tiene muchos visos de producirse si se atiende a las expectativas depositadas.

Por otro lado, la huelga del sector del transporte convocada por CGT -después de que CCOO y UGT cancelaran sus convocatorias- tampoco inquieta demasiado. Pese a que el parón debería producirse los días 28 y 29, Horrach no vaticina un gran seguimiento ni una afectación significativa para las Islas en el caso de que la huelga acabe produciéndose, porque ni siquiera eso está claro.