15/04/01 0:00
OTR PRESS - VALLADOLID
La banda terrorista ETA ha extendido su campaña de extorsión y ha
exigido el llamado 'impuesto revolucionario' a empresarios de la
comunidad de Castilla y León mediante el envío de cartas
amenazantes, en las que pide cantidades comprendidas entre 10 y 50
millones de pesetas. Ante la negativa del empresariado
castellano-leonés a pagar, el ministro de Administraciones
Públicas, Jesús Posada, alabó ayer la «respuesta ejemplar» de los
chantajeados y achacó la campaña de los terroristas a que la banda
armada está «baja de fondos».
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