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OTR PRESS - VALLADOLID La banda terrorista ETA ha extendido su campaña de extorsión y ha exigido el llamado 'impuesto revolucionario' a empresarios de la comunidad de Castilla y León mediante el envío de cartas amenazantes, en las que pide cantidades comprendidas entre 10 y 50 millones de pesetas. Ante la negativa del empresariado castellano-leonés a pagar, el ministro de Administraciones Públicas, Jesús Posada, alabó ayer la «respuesta ejemplar» de los chantajeados y achacó la campaña de los terroristas a que la banda armada está «baja de fondos».

Esta extorsión de los terroristas comenzó hace unas semanas y ETA ha centrado las amenazas en las provincias castellanas más cercanas al País Vasco, sobre todo Burgos. Varios extorsionados han presentado denuncias ante la policía, tras recibir estas cartas amenazantes, ante lo cual, las fuerzas de seguridad han comprobado la autenticidad de las misivas recibidas, en las que la banda terrorista exige cantidades que van desde los 10 millones a más de 50 millones.