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El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, aseguró ayer que el equilibrio presupuestario «es la mejor respuesta que puede dar el Gobierno a la incertidumbre económica internacional». Montoro hizo esta afirmación en la rueda de prensa posterior a la presentación en el Congreso del Proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para 2002, los primeros elaborados únicamente en euros. Aseguró que las cuentas de 2002 «apuestan claramente por la convergencia real», afirmó que el próximo año España volverá a crecer por encima de la media de la UE, «acortando distancia con los países europeos más desarrollados» y destacó la «preocupación por el bienestar de las generaciones futuras» que el Ejecutivo demuestra con estos Presupuestos.

Aseveró que, a pesar de la difícil coyuntura internacional, 2002 volverá a ser un año de crecimiento económico, de creación de empleo y de avance hacia el pleno empleo. Montoro recordó que estos presupuestos se adecúan al escenario de crecimiento moderado previsto en el Plan de Estabilidad y aseguró que el equilibrio presupuestario «sigue siendo el fundamento de la prosperidad de la sociedad española».

Destacó que estos son los primeros Presupuestos que se elaboran con el nuevo sistema de financiación autonómica, que modifica significativamente la estructura de ingresos y gastos del Estado, y que de cada cien euros previstos de gasto «más de la mitad se destina a gasto social», lo que demuestra que «el saneamiento de las cuentas públicas permite mejorar la protección social incluso en tiempo de marcada incertidumbre internacional». También se da prioridad a la inversión productiva «lo que eleva el potencial de crecimiento de la economía» mediante la construcción de nuevas carreteras y obras hidráulicas, al tiempo que se apuesta por la investigación y la educación.

«En resumen, dijo, los presupuestos del 2002 prevén un equilibrio que prolonga el crecimiento de la renta y el empleo, contribuye a la estabilidad de los precios, asegura la protección social, facilita la nueva bajada de impuestos, garantiza una inversión pública elevada y sostenida y reduce la deuda pública». El presupuesto para 2002, año en el que se prevé que la economía crezca un 2'9% y se creen 277.300 empleos, se estima que los ingresos del Estado asciendan a 108.824 millones de euros y los gastos a 112.587 millones de euros, lo que generará un déficit de 3.763 millones de euros, el 0'5% del PIB, porcentaje que se compensará con el superávit de la Seguridad Social cifrado en igual porcentaje.