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EFE-LONDRES/MADRID El Partido Conservador británico, la principal fuerza de oposición, acusó ayer al Gobierno laborista del primer ministro, Tony Blair, de querer «librarse del problema de Gibraltar». El portavoz conservador de Asuntos Exteriores, Michael Ancram, declaró en el programa Breakfast with Frost de la BBC: «me estoy empezando a oler un apaño por parte del Gobierno».

Ancram atacó el relanzamiento de las conversaciones hispano-británicas sobre Gibraltar dentro del llamado Proceso de Bruselas. El parlamentario del Partido Conservador anunció que viajará hoy a Gibraltar: «Voy a escuchar todo lo que la gente de Gibraltar tiene que decir sobre su futuro, particularmente en relación a su soberanía».

«Les aseguraré que en lo que toca al Partido Conservador, nos mantenemos muy firmes en nuestra conocida postura de que la soberanía de Gibraltar no se puede cambiar sin el consentimiento de los gibraltareños expresado democráticamente», completó después.

Por su parte, el ministro español de Exteriores, Josep Piqué, destacó ayer la voluntad con la que el Reino Unido acudirá mañana a Barcelona para negociar sobre Gibraltar pero advirtió de la necesidad de no levantar grandes expectativas por sus resultados. El jefe de la diplomacia española dijo que le consta «la clara voluntad política del Gobierno británico de avanzar significativamente en la superación del statu quo de Gibraltar y en la superación del contencioso» y subrayó que «es la primera vez en la historia que podemos hacer una afirmación de estas características».