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El ministro de Administraciones Públicas y secretario general del PP, Javier Arenas, alabó el apoyo del PSOE a la actuación del Gobierno durante el conflicto de Perejil y animó a que adopten «sin reservas» la misma actitud en todos las cuestiones que afectan a la política exterior. A su juicio, el Gobierno ha estado «a la altura de las circunstancias en el orden internacional, donde actuó con prudencia y firmeza, y esto es algo que han percibido los españoles».

El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que «se puede ser oposición y servir a los intereses generales y colaborar con el Gobierno» y puso como ejemplo el apoyo del PSOE a la política del Gobierno en la isla Perejil. Para el PSOE de Ceuta, el conflicto marcará un «antes y un después» en las relaciones entre los dos países y su secretaria general, María Antonia Palomo, manifestó que «lo principal es que no tenemos conocimiento de los términos del acuerdo, ni del papel que ha podido tener Estados Unidos», por lo que se ha pedido la comparecencia del Gobierno en el Congreso.

El primer consejero de la Generalitat, Artur Mas, mostró su satisfacción e instó a recuperar la vía diplomática con Marruecos. Opinó que «para Marruecos, España es muy importante de cara al futuro, y para nosotros, catalanes e integrantes del Estado español, no podemos dejar de lado Marruecos. Desde muchos puntos de vista será un país importante para nosotros».

El líder de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, calificó de «mero trámite» la reunión de hoy y confió en que la mediación de Estados Unidos para llegar a un acuerdo sobre la isla de Perejil «no le lleve a España a hacer concesiones en su posición sobre el Sáhara». «Lo fundamental era la resolución del conflicto y ya está hecho, pero no con el protagonismo de la diplomacia española y marroquí, sino con la mediación de Estados Unidos», apostilló Llamazares, quien insistió en que España «ha perdido pie en todo este proceso». Por ello, confió en que detrás del acuerdo alcanzado «no haya ninguna concesión inconfesable» y en que la mediación de Estados Unidos no lleve a España a cambiar su posición sobre el Sáhara.