Más de 43.000 inmigrantes irregulares han sido expulsados en lo que
va de año a sus países de origen, y el Gobierno insistirá en ese
mecanismo para luchar contra el tráfico de seres humanos, dijo ayer
el nuevo responsable de Extranjería e Inmigración, Ignacio
González. El delegado del Gobierno afirmó que su objetivo es
«claramente apostar por la inmigración legal y combatir seriamente
la inmigración ilegal».
González aseguró que una de las claves para conseguirlo es el
refuerzo de los mecanismos de devolución, e hizo un llamamiento a
la colaboración de Marruecos en el intento de frenar la salida de
inmigrantes de sus costas, lo que, a su juicio, resulta «capital».
«Sólo desde las medidas enérgicas en la lucha contra el tráfico de
seres humanos podemos evitar el drama de las personas que son
explotadas por las mafias que hacen que pongan en riesgo su vida
para llegar a nuestras costas», subrayó.
González hizo esas afirmaciones tras visitar los centros de
internamiento de Fuerteventura y reunirse con el presidente
canario, Román Rodríguez, y con el consejero de Empleo y Asuntos
Sociales, Marcial Morales, para analizar el fenómeno de la
inmigración irregular en el archipiélago.
De las 43.000 expulsiones contabilizadas este año, 8.700 se han
llevado a cabo a lo largo del verano, y de éstas últimas 400
corresponden a Canarias, detalló González.
A lo largo del año se han realizado 567 actuaciones por parte de
las fuerzas de seguridad del Estado contra la inmigración
irregular, que han deparado la interceptación de 8.127
extranjeros.
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