Son algunas de las deficiencias descubiertas por dos inspectores
de la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN, también
llamada «policía de las policías), que se desplazaron el domingo a
Bayona para tratar de determinar cómo pudo fugarse el presunto
dirigente etarra sin que nadie se diese cuenta, y establecer las
oportunas responsabilidades.
Ha quedado ya establecido que «Susper» se escapó por un conducto
de ventilación de la celda en la que quedó recluido tras un
interrogatorio para aislarle de los otros presuntos etarras
detenidos en las mismas instalaciones. De ahí salió a un pasillo de
la comisaria, enfiló hacia la izquierda y descendió una planta,
hasta el sótano, desde donde se sale a la parte trasera de la
comisaria, donde está el aparcamiento y un pequeño jardín,
indicaron las fuentes.
De haber optado por el camino de la derecha habría sorprendido
por la espalda al agente que estaba vigilando la entrada principal
del inmueble, añadieron. La primera consecuencia de la fuga de
«Susper» ha sido la suspensión temporal de los cinco policías de
Bayona: el comisario jefe, dos inspectores y dos agentes.
Paralelamente, la fiscalía de Bayona ha abierto una investigación
para tratar de determinar si el fugitivo contó con cómplices.
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