Oreja expresó su tristeza ante la situación creada por su tardanza en asistir al Parlamento.

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EFE/EP-VITORIA La ausencia en las votaciones de cuatro parlamentarios de la oposición, Josu Urrutikoetxea y Arnaldo Otegi, Jaime Mayor Oreja, e Idoia Mendia, permitió la aprobación ayer en el Parlamento Vasco de los presupuestos del Gobierno Vasco para el año 2003. A pesar de que la oposición contaba con mayoría teórica, las cuatro ausencias han hecho que el tripartito PNV-EA-IU saque adelante los presupuestos para el 2003 por 36 votos a 35 de la oposición (PP, PSE y Batasuna), que ha votado conjuntamente en contra.

Los cuatro ausentes han sido Josu Urrutikoetxea -huido- y Arnaldo Otegi -con bronquitis-, ambos de Socialistas Abertzales (ex Batasuna); Jaime Mayor Oreja, del PP, quien llegó tarde y no pudo entrar al salón de plenos al haberse iniciado las votaciones, y la diputada socialista Idoia Mendia, por complicaciones en su parto. En algunas de las votaciones, el parlamentario del PP Carmelo Barrio se equivocó y votó a favor de algunos artículos de los presupuestos, aunque su voto no sirvió más que el resultado fuera 37 a 34 y redondear la mayoría del Gobierno.

Los presupuestos se hubieran rechazado con estar presentes uno sólo de los cuatro ausentes, ya que habría habido un empate. En ese caso, se repetiría la votación 24 horas después y si persistiera el empate, se rechazarían las cuentas. Por su parte, Mayor Oreja pidió perdón por no haber estado «a la altura de las circustancias» al llegar tarde a la votación de los Presupuestos de Euskadi para 2003, aunque denunció «la argucia parlamentaria» de los partidos que sustentan al Gobierno vasco (PNV, EA e IU-EB) por «adelantar» el trámite de las Cuentas.

En los pasillos del Parlamento vasco, Mayor Oreja expresó su «tristeza» ante la situación creada por su tardanza al asistir al hemiciclo de la Cámara y agregó que el PP del País Vasco «no hemos entendido la capacidad de trampa que tiene un Gobierno». Algunas fuentes populares apuntaron que Jaime Mayor Oreja había presentado su dimisión al presidente del Gobierno y que éste la había rechazado. Sin embargo, fuentes de la dirección del PP negaron estos extremos y aseguraron que en ninguna de las conversaciones que mantuvo el dirigente popular vasco, tres con Javier Arenas y una con Aznar, se había producido la presentación de la dimisión.