La presencia de la Ertzaintza obligó a celebrar el acto en un lugar distinto al inicialmente previsto.

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OTR/PRESS-SAN SEBASTIÀN
Cientos de personas participaron ayer en un acto de homenaje a la ikurriña en la Plaza de La Constitución de San Sebastián, después de que la Ertzaintza les impidiera realizarlo en el lugar previsto, al lado de la Casa Consistorial, en cumplimiento de la prohibición dictada por la Consejería de Interior, confirmada el jueves por el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. En el acto, en el que intervino el dirigente de la suspendida Batasuna, Joseba Permach, calificó de «zipaios» al consejero de Interior, Javier Balza y «a sus hombrecillos», «igual que llamaba Gandhi a los indios que daban porrazos a su pueblo».

La concentración había sido convocada a la hora y en el lugar en el que todos los años la izquierda abertzale realiza ese acto, coindiciendo con la izada de las banderas en la Casa Consistorial, en el Día Grande de las fiestas. A esa hora, un total de ocho furgonetas de la Ertzaintza se encontraban en ese lugar, a sólo unos metros de varios cientos de manifestantes, entre los que se encontraban el dirigente de la suspendida Batasuna Joseba Permach.

Numerosos ertzainas descendieron de las furgonetas, lo que fue respondido con silbidos y gritos, en euskara, de «ikurriña sí, español no». Un agente se dirigió hacia Permach, que sostenía una pancarta en la mano, y le recordó que el acto estaba prohibido. El dirigente abertzale le pidió diez minutos para «llevar a a cabo una concentración silenciosa y de forma pacífica» ante lo que el agente, tras realizar una consulta, le dijo que tenía unos minutos para desalojar el lugar.