El titular de Defensa eludió confirmar si el Centro Nacional de
Inteligencia (CNI) ha recibido el encargo del Gobierno de redactar
informes sobre el «Sceptre». Según fuentes gubernamentales, estos
trabajos sí se están realizando. El objetivo es disponer de
información propia, ya que Londres informó primero de que la avería
estaba relacionada con el mantenimiento del «Sceptre» y después,
cuando ya estaba en el Peñón, comunicaron que la estancia se
prolongaría porque la avería era mayor de lo que parecía. En
cualquier caso, siempre se dijo que el percance afectaba al motor y
no al reactor nuclear. Inteligencia también informó al Gobierno
días antes de la llegada del submarino a Gibraltar.
Moratinos afirmó que aunque el Gobierno «sigue preocupado» por
la presencia del «Sceptre» en aguas de la bahía de Algeciras, la
comunicación oficial refuerza la confianza depositada en las
autoridades del Reino Unido desde un principio. En su opinión, «si
antes confiábamos en la palabra de nuestros amigos británicos,
ahora que tenemos también el compromiso escrito» se refuerza aún
más esta confianza «entre socios y aliados».
El jefe de la diplomacia española, quien participó en un acto
sobre la Constitución Europea en Linares (Jaén), señaló que el
ministerio ha pedido al Gobierno británico que autorice la entrada
de técnicos españoles en el submarino para supervisar la
reparación, si bien aún no ha habido una respuesta. Fuentes del
Ministerio de Defensa británico en Gibraltar precisaron que el
sumergible nuclear está siendo sometido a «pequeñas reparaciones en
la cubierta y en el motor diesel» sin que se ponga en riesgo a la
zona.
En este sentido, el ministro de Defensa, José Bono, aseguró que
los niveles de contaminación nuclear en las aguas de la bahía se
mantienen intactos, según las mediciones realizadas ayer por un
buque de la Armada. Bono, desde Oviedo, expresó su confianza en que
el Reino Unido «cumpla» su compromiso como «país amigo y aliado» y
no dé pie a que ocurra como con el caso del submarino nuclear
«Tireless», que atracó en mayo de 2000 en el Peñón, donde
permaneció un año a causa de una avería.
El PP insistió en su posición crítica respecto a la permanencia
del «Sceptre» en la base naval de Gibraltar, hecho que para su
presidente, Mariano Rajoy, es una «desgracia». Rajoy, durante una
visita a Lorca (Murcia), manifestó su esperanza en que esta crisis
«se resuelva pronto» con la marcha del submarino. No obstante,
instó al Ejecutivo a no acudir a la reunión del próximo día 11 con
los Gobiernos de Gibraltar y del Reino Unido en la que proseguirán
las negociaciones sobre el futuro del Peñón. «Gibraltar es una
colonia y creo que la política exterior que se está haciendo es
disparatada», dijo Rajoy.
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