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La Mesa del Congreso rechazó ayer, con los cinco votos de los representantes de PSOE, CiU e IU-ICV, la petición del PP de solicitar unos informes previos al Consejo de Estado, al Consejo General del Poder Judicial y al Tribunal de Cuentas para ahondar en la teoría de que el proyecto de Estatut de Catalunya es en realidad una reforma constitucional.

Con la petición de informes previos el PP pretendía fundamentar su idea de que el proyecto de Estatut es, en la práctica, una reforma constitucional. Sin embargo, PSOE, CiU e IU-ICV consideraron que no había «anclaje legal específico» para atender la demanda del PP y expresaron sus sospechas de que el objetivo real del partido fuera la dilación política de la tramitación.

Tras la aprobación, después de más de siete horas de reunión, de la toma en consideración de lo que finalmente se calificó como una reforma estatutaria, el PP atacó duramente al PSOE, acusándole de ser el responsable de «un fraude democrático y constitucional» y de empujar a todo el Poder Legislativo a ser su «cómplice». El resto de partidos enmarcaron las opiniones de los populares en su estrategia de desgaste al Gobierno y le animaron a recurrir al Constitucional, convencidos de que no amparará su demanda.

Así, el órgano de gobierno rechazó, con los cinco votos de socialistas, convergentes y ecosocialistas, que se recabasen esa serie de informes a las instituciones del Estado y, por otro lado, aprobó la toma en consideración en Pleno del Estatut, eso sí, como reforma estatutaria.

Esta pequeña batalla jurídica en la Mesa de la Cámara Baja provocó un duro cruce de acusaciones entre los partidos. El portavoz del PP, Eduardo Zaplana, consideró que con la tramitación del Estatut se «logra la desaparición total del Estado en Catalunya, destruye la cohesión nacional, acaba con la solidaridad de todos los españoles y rompe con el espíritu de convivencia de la Transición». Por ello, sostuvo que si la Mesa admite su toma en consideración el Poder Legislativo se estará «convirtiendo en cómplice» de un «fraude democrático y constitucional».

Además, Zaplana avanzó que el PP recurrirá la decisión de la Mesa y después ante el Constitucional, pues, señaló, «hay elementos de sobra para que prospere» su posición. No obstante, el portavoz del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, no cree que el recurso de los populares vaya a prosperar e, incluso, animó al PP a recurrir al Alto Tribunal.

De otra parte, el ministro de Defensa, José Bono, advirtió el domingo al presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de que el Gobierno al que él pertenece nunca aceptará que el nuevo Estatut recoja el término nación. La conversación se produjo durante la cena celebrada en la embajada de Portugal en Madrid.