El portavoz del grupo socialista en el Congreso, Alfredo Pérez
Rubalcaba, aseguró ayer que PSOE y Gobierno estuvieron «muy cerca»
de un acuerdo con la Conferencia Episcopal sobre el tratamiento de
la asignatura de religión en la reforma educativa, pero «de repente
se frustró». El responsable socialista aseguró que aún está
pensando qué es lo que ha pasado porque se había «avanzado
bastante» en muchos aspectos.
«En algún momento de las negociaciones, al menos yo, tuve la
sensación de que era posible llegar a un acuerdo, de que estaba al
alcance de la mano y, de repente, se frustró y no fraguó», dijo sin
precisar más.
Afirmó que lo lamenta personalmente pues tanto la vicepresidenta
del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, como él mismo y
otros dedicaron bastantes horas y esfuerzo personal durante dos
meses a este asunto.
Reiteró que el PSOE defiende la libertad de los padres que
quieren religión para sus hijos, «que la van a tener», y de los que
no la desean, «que no la tendrán», sin imposiciones de nadie sobre
nadie.
«La Iglesia tendría que entenderlo así», pues «garantizamos
-insistió- que en todos los centros va a haber oferta de religión».
Sobre la manifestación del 12 de noviembre contra el proyecto de
Ley Orgánica de Educación, dijo que no sabe si él, si fuera
sacerdote, «utilizaría los púlpitos para hacer convocatorias» de
asistencia.
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