Aguirre brinda por el futuro de la Constitución con cava catalán.

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El Gobierno, la Generalitat, IU y los partidos catalanes coincidieron ayer en valorar el acto convocado para hoy por los populares en defensa de la Constitución. Todos coincidieron en que supone un ataque a Catalunya. El secretario general del PP, Angel Acebes, fue quien denunció la «hipocresía» del presidente del Gobierno por haber criticado el acto de mañana, cuando el propio Zapatero -según recordó- participó hace dos años en uno similar organizado por los socialistas.

La vicepresidenta del Gobierno, Teresa Fernández de la Vega, dudó de que «la mejor manera de defender la Constitución sea una concentración callejera», aunque señaló que el Ejecutivo «respeta, por supuesto» el acto. Aseguró que, en su opinión, hay «fórmulas muchísimo mejores» para conmemorar la Carta Magna, y consideró que ésta no necesita «defensas especiales; el PP sabe que la Constitución no corre ningún riesgo y goza de una robusta y espléndida salud».

Acebes destacó que el pacto de los socialistas con ERC es lo que motiva que el PSOE «no haga actos en apoyo de la Constitución». A estas palabras respondió el PSOE asegurando que el acto de 2003 era una celebración «sin dobleces» y «no pretendía fomentar el odio», y destacando que «si a alguien le va al pelo» el adjetivo de «hipócrita» es a Acebes por fingir que su partido convoca un acto en favor de la Constitución, cuando todo el mundo sabe que es «contra una parte de España y de los españoles».

El portavoz del PSOE en el Congreso, Alfredo Pérez Rubalcaba, coincidió en que el acto va «contra la Constitución» y «una parte de España», y apuntó que esta movilización se opone al «reconocimiento de una España plural» en la que conviven diversas culturas y lenguas. Desde la Generalitat de Catalunya, su conseller de Relaciones Institucionales, Joan Saura, coincidió en que el acto «fomenta e impulsa la confrontación y la crispación» y está convocado «contra una parte del Estado y contra Cataluña», y pidió al líder de los populares catalanes, Josep Piqué, que «se desmarque».