José Blanco acusa a Rajoy de haber pertenecido a un Gobierno que tuvo la mentira como «seña de identidad».

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El dirigente socialista José Blanco acusó ayer al presidente del PP, Mariano Rajoy, de haber pertenecido a un Gobierno que tuvo la mentira como «seña de identidad» y de ser él ahora «el jefe de la crispación y la mentira», y advirtió: «o pone fin a la crispación o la crispación pondrá fin al señor Rajoy».

El secretario de organización socialista hizo estas consideraciones tras la reunión de la Ejecutiva Federal del PSOE, y en la que se refirió a los últimos datos conocidos en relación con la presencia de las tropas españolas en Irak y con el hundimiento del «Prestige».

El PSOE exigió a los responsables políticos del anterior gobierno del PP que den explicaciones en el Parlamento tras los nuevos datos conocidos sobre el hundimiento del «Prestige», mientras que el líder de ese partido, Mariano Rajoy, acusó al Gobierno de «intentar extender una cortina de humo».

Blanco apeló a las grabaciones que revelan que la decisión de alejar el «Prestige» no se tomó tras varias reuniones de expertos, como indicó la versión oficial, sino que se adoptó nada más darse la voz de alarma sobre la situación del petrolero.

Según el secretario socialista, de la conversación entre el ex director general de la Marina Mercante, José Luis López Sors y el coordinador del Centro Nacional de Coordinación de Salvamento, Pedro Sánchez, se desprende que la decisión de alejar y hundir el «Prestige» la tomaron los políticos del PP en cuanto conocieron el accidente.

«De eso tendrán que dar explicaciones los responsables políticos, y estos eran el vicepresidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos; y el director general, José Luis López Sors».

Por su parte, el presidente del PP, Mariano Rajoy, acusó al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de «intentar extender una cortina de humo» al hablar del «Prestige» cuando, señaló, este Ejecutivo lo que debe hacer es gobernar y explicar, por ejemplo, la razón por la que «no están cumpliendo» el Plan Galicia.