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El conseller de Comercio, Turismo y Consumo, Josep Huguet, comparó ayer el boicot a los productos catalanes con la persecución a los judíos a los que «se les pintaba la estrella de David frente a sus tiendas». Según Huguet, en las filas «radicales del españolismo» los catalanes «ocupamos el lugar de los judíos», «somos sospechosos de deslealtad y se nos tiene que castigar». «Es lo que pasaba con las acciones antijudías en toda Europa, por desgracia», subrayó.

Huguet añadió que «en estos momentos eso estaría perseguido policialmente y llevado a la justicia», aunque admitió que sobre las páginas web que instan al boicot «estamos en un terreno más resbaladizo».

En declaraciones al programa 'El Món' de la emisora RAC, Huguet señaló que las pintadas que han aparecido ante comercios de origen catalán en Madrid con la frase «Catalanes, piénsatelo» es un « delito» y aseguró que «recuerda la estrella de David pintada ante las tiendas de los judíos».

CiU y PPC reprobaron las declaraciones del conseller. El PPC ha sido el partido más contundente de la oposición catalana y ha pedido su cese porque, según el portavoz de los populares catalanes, Daniel Sirera, «el mejor servicio que Huguet puede hacer al país es dejar de conseller».

«Son declaraciones impropias de un consejero y ensucian el prestigio de la Generalitat», ha agregado Sirera, quien ha pedido al presidente catalán, Pasqual Maragall, que lo «desautorice inmediatamente» y «lo haga callar». El diputado de CiU en el Parlament Oriol Pujol pidió que Huguet se disculpe por su actitud «reprobable».

De otra parte, el presidente de la patronal catalana Fomento del Trabajo Nacional, Joan Rosell, pidió que los empresarios del resto de España muestren públicamente su «solidaridad» con el empresariado catalán ante el momento de crispación política por la tramitación del nuevo Estatut y alertó que la política puede acabar devorando a la economía.

Rosell, que criticó el nuevo Estatut por «intervencionista», defendió, sin embargo, una mejora de la financiación de Catalunya «que pueda ser compartida por todos». Asimismo, consideró que los empresarios catalanes no pueden «recibir calificativos de insolidarios y que la realidad sea la contraria».

El secretario general de CiU, Josep Anton Duran Lleida, reclamó a Rossell que diga «con nombres y apellidos a qué partidos se refiere» cuando alude al momento de crispación generada por los políticos a raíz de la tramitación del Estatut, y le reprochó que ponga a los políticos «en el mismo saco».