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EFE/OTR-MADRID/BILBAO El Gobierno asegura que se siente «muy fuerte» frente a ETA, y más le vale, porque desde Batasuna siguen advirtiendo que se avecina «una etapa especialmente dura». El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero condenó el atentado de ayer en Bilbao y proclamó ante el Senado que el Estado de Derecho está preparado para luchar contra ETA. Además pidió «la unidad de los demócratas y el máximo consenso en la defensa de nuestros valores» para conseguir ver el fin de la violencia y derrotar «el terror». Y mientras tanto, tal y como viene haciendo desde que fue arrestada la cúpula de Batasuna, Pernando Barrena, tras calificar el atentado de ayer de «suceso», volvió a proclamar a los cuatro vientos sus funestos augurios y avisó que hasta las elecciones de marzo se avecina «una etapa especialmente dura».

La sesión de control al Gobierno en el Pleno del Senado ayer fue la primera intervención pública de Zapatero después del atentado de ETA en Bilbao contra el escolta Gabriel Ginés, que resultó herido. Tras expresar su enérgica condena por el atentado y desear la pronta recuperación «del escolta Ginés», el presidente del Gobierno quiso destacar ante la Cámara Alta dos ideas que, a su juicio son fundamentales en estos momentos.

En primer lugar, Zapatero aseguró que el Gobierno van a combatir con toda la firmeza cualquier intento de terror y violencia y destacó que van a poner y ponen todos los medios para prevenir y perseguir a los violentos. «El Estado democrático está muy fuerte, muy preparado para este combate», proclamó el presidente, que acto seguido apeló a la unidad de todos los demócratas para afrontar esta lucha.

Y mientras hablaba Zapatero, desde Bilbao Batasuna continuaba con sus augurios. Después de hablar tras las detenciones de «declaración de guerra», del inicio de «un nuevo ciclo de violencia», o horas antes del atentado, de «tiempos oscuros», ayer Barrena, el único portavoz de Batasuna que queda en libertad, advirtió que hasta las próximas elecciones generales de marzo se avecina «una etapa especialmente dura».