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OTR/PRESS-BRUSELAS La ministra de Medio Ambiente y Rural, Elena Espinosa, ha abierto la puerta a una anulación del trasvase a Barcelona tras señalar que esta operación «no tendría razón de ser» si las lluvias caídas en los últimos días en Catalunya recuperan los embalses de la zona. Hace unas semanas estaban a menos del 20 por ciento y ahora llegan al 36, aunque hace un año se situaban en el 51.

Estas palabras suscitaron todo el apoyo de los grupos ecologistas, quienes llegaron a pedir que el trasvase se paralice inmediatamente. Todo lo contrario que los partidos políticos catalanes, que mostraron su enfado por la posición apresurada que ha tomado la ministra en este tema.

Desde Bruselas, Espinosa explicó en declaraciones antes del Consejo de Agricultura de la Unión Europea que el Gobierno todavía «no está en condiciones de paralizar la obra de la conducción de agua de Barcelona». Sin embargo, señaló que se realiza «un seguimiento diario» de los embalses, de manera que «de alcanzar el mínimo necesario para abastecer a la población, sobre todo en el área metropolitana de Barcelona», el proyecto de abastecimiento «no tendría razón de ser», comentó a RNE, y añadió que «tampoco tendría razón de ser el decreto ley de excepcionalidad».

Pedro Arrojo, profesor de Análisis Económico de la Universidad de Económicas de Zaragoza y presidente de la Fundación para una Nueva Cultura del Agua, explicó ayer que tras las últimas lluvias, Barcelona ya cuenta con el doble de volumen de agua de la que preveía el trasvase de Tarragona, por lo que puede aguantar sin cortes hasta mayo de 2009, cuando entren en funcionamiento las esperadas desaladoras.