El Ministerio del Interior destinará 500 agentes más a combatir el terrorismo internacional y el de ETA, una banda terrorista, que según el ministro Alfredo Pérez Rubalcaba, cuenta con una nueva cúpula tras la detención la semana pasada en Francia de su presunto número uno, Francisco Javier López Peña. Este incremento de la plantilla policial, que se sumará a los 1.300 agentes incorporados en la anterior legislatura para este fin, figuraba ya en el programa electoral del PSOE, que también recogía el compromiso de incrementar la oferta de puestos de trabajo en la Policía y la Guardia Civil hasta los 140.000 efectivos.
Estos son algunos de los planes del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, detallados en su primera comparecencia en la comisión correspondiente del Congreso, en la que fijó como una de las prioridades la denominada estrategia nacional de seguridad. Para ello, se acometerán 14 reformas legislativas que afectarán, entre otros, a las Fuerzas de Seguridad del Estado, al sistema penitenciario, o a las víctimas del terrorismo, que contarán con una nueva ley integral, en la que se unificarán todas las normas existentes.
Rubalcaba pidió a los grupos parlamentarios su apoyo para acabar con ETA, cuyos miembros, según sus palabras, «nos pueden hacer mucho daño todavía», pero «nunca ganarán», porque «su final está escrito». «El Estado ganará y ETA, más pronto que tarde, tendrá que desistir», señaló Rubalcaba, quien alertó de que la última operación policial en Francia «no es el fin» de la banda ya que, recordó, ETA sustituye su cúpula de forma inmediata y, de hecho, «ya la ha nombrado».
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