TW
0
EFE-PARÍS El ministro español de Economía, Pedro Solbes, se resistió ayer a modificar sus perspectivas de crecimiento para este año tras el varapalo recibido de la OCDE, que ha corregido abruptamente a la baja sus expectativas, sobre todo al constatar un ajuste en la vivienda más importante del esperado. «Somos conscientes de que estamos viviendo una situación de ajuste», pero pese a todo el crecimiento de la economía española «va a estar ligeramente por encima del 2% este año», afirmó Solbes en una conferencia de prensa en París.

Reaccionaba así a la publicación del informe semestral de perspectivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en el que se augura un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) español del 1'6% en 2008 y del 1'1% en 2009, nueve décimas y 1'3 puntos menos, respectivamente, de lo calculado en diciembre. El secretario general de la OCDE, Angel Gurría, justificó esas cifras porque en España, «después de muchos años de tener un comportamiento mejor que el promedio de Europa», la construcción, que ha tenido un peso mucho mayor que en otros países, «está sufriendo un ajuste muy importante, y eso está afectando al ritmo de crecimiento total y a la expectativa de crecimiento».

El ministro español, sin embargo, consideró que esas previsiones «son excesivamente pesimistas» y, sobre todo, no tienen en cuenta el impacto positivo del paquete de medidas fiscales puesto en marcha. Según sus cálculos, esas medidas -que en conjunto representan una inyección de 10.000 millones de euros- incrementarán el consumo privado en un 0'7% este año y en un 1% el próximo, de forma que aportarán dos décimas de PIB suplementarias en 2008 y tres en 2009. A más largo plazo, se mostró confiado en que la recuperación económica permitirá ir a ritmos de crecimiento «en torno al 3% en unos años».