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OTR/EFE-MADRID Mariano Rajoy ha dado en el clavo. O así lo parece a tenor de las declaraciones entusiastas que se pudieron oír y leer ayer después de que el presidente del PP anunciara el nombre de la persona que sustituirá a Angel Acebes como secretario general del partido. Quizá la valoración más esperada fuera la de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, una de las primeras dirigentes del PP que no dudó en ponerse al frente del sector crítico del partido en su momento. Sin embargo, ayer no había motivo para la discrepancia, Aguirre aseguró que le gusta «mucho» el nuevo equipo directivo y que votará la candidatura de Rajoy el sábado, y detrás de ella todos los dirigentes del partido, que cerraron filas en torno al nombramiento.

La presidenta de la Comunidad de Madrid se erigió en su día como una de las principales voces críticas con un supuesto cambio de rumbo ideológico de la Dirección Nacional del partido y especialmente cuando María San Gil y Ortega Lara anunciaron su marcha del PP, algo que consideró, solemnemente, una «muy mala noticia». Tras conocerse que María Dolores de Cospedal será la nueva secretaria general del partido y que Javier Arenas, Esteban González Pons y Ana Mato ocuparán las tres Vicesecretarías, las tornas cambiaron e, igual de contundentemente, Aguirre dio su visto bueno: «es una muy buena noticia».

La portavoz del partido en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, definió al equipo propuesto como «un dream team» que «va a dar muchas alegrías» y saludó con especial entusiasmo el nombramiento de De Cospedal, a la que definió como «una mujer muy capaz, moderna y dinámica».

Entre las reacciones a la propuesta de nombramiento de Cospedal, destaca la del alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, cuyo nombre estaba también en las quinielas para ocupar ese cargo, y que ayer consideró «magnífica» la decisión de Rajoy. Gallardón, según explicó él mismo, no está molesto y será finalmente miembro del Comité Ejecutivo.