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EFE/OTR-MA0DRID

Miguel Angel Fernández Ordóñez apuntó, pese a los malos augurios, que en los últimos cuatro meses «han ido remitiendo los riesgos de que se produzca una crisis financiera con una recesión global» y consideró que la desaceleración mundial está siendo menor de lo anticipado en marzo.

En su intervención en la Cámara de Comercio Estadounidense en España, también consideró que en el futuro no volverán a darse tasas de inflación tan «benignas» como las de los últimos años, y defendió una política monetaria que actúe «con firmeza» para ayudar a estabilizar los precios.

En este sentido, advirtió de que la persistencia de tasas de inflación elevadas durante un período prolongado puede producir efectos de segunda ronda y «poner en duda la capacidad de los bancos centrales para alcanzar sus objetivos».

Fernández Ordóñez advirtió de que «es difícil pensar» que vuelvan a darse unas condiciones financieras «tan holgadas» como las del último lustro.

No obstante consideró que aunque el endurecimiento del crédito tenga un efecto «moderador» sobre la economía en la actualidad, ayudará a fortalecer el sistema financiero y a hacer más «sostenible» el próximo ciclo económico expansivo.

Miguel Àngel Fernández Ordóñez concluyó que lo que «oscurece» las perspectivas económicas es el actual contexto de «notable incertidumbre», así como la reactivación de los riesgos de inflación y de inestabilidad financiera, que tras un largo periodo de bonanza vuelven a ocupar un primer plano.

El «proceso de ajuste» que generaron las turbulencias financieras, reconoció, está siendo «intenso, costoso y prolongado» y la liquidez «se ha secado» en muchos segmentos de los mercados financieros, sobre todo en los de titulización.

El gobernador del banco emisor aseguró que los principales responsables de los últimos repuntes de la inflación eran las empresas, con los incrementos de los márgenes empresariales, y no los salarios, por lo que pidió tanto a la patronal como a los sindicatos que trabajen para garantizar la estabilidad de precios y frenar el desempleo. Además, añadió que espera que el «necesario ajuste económico» no se lleve a cabo mediante la reducción de empleo, que no es bueno ni por razones sociales ni para la propia economía.

Fernández Ordóñez recordó que la caída del empleo es lo que más afecta al descenso de expectativas de los consumidores, y apostó por evitar repuntes del desempleo en otros sectores que no sea la construcción, ya que en esta actividad, el incremento de parados «será inevitable». Para esto «será fundamental la negociación colectiva, apostilló.