Moratinos y Clinton comparecen en rueda de prensa.

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El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Àngel Moratinos, dijo ayer que EEUU y España colaborarán para intentar que la activista saharaui Aminatu Haidar abandone la huelga de hambre que mantiene desde hace casi un mes.
«Vamos a trabajar de forma inmediata para que se pueda alcanzar una solución a la situación de la señora Haidar y que abandone la huelga de hambre», dijo Moratinos en rueda de prensa tras reunirse durante más de una hora con su homóloga de EEUU, Hillary Clinton.
El ministro confirmó que entre los temas que abordó con Clinton estuvo «tanto el caso particular de la señora Haidar como la problemática que existe en el Sáhara Occidental y el Norte de Africa».
«Estamos intentando entre todos buscar fórmulas, soluciones, a la problemática que se causó con su expulsión (de Haidar) de El Aaiún», subrayó ayer Moratinos, quien hizo hincapié en la necesidad de encontrar una salida permanente a la situación del Sáhara.
Solución definitiva
Dentro de esa estrategia es necesario, según el ministro, que Marruecos y Argelia «puedan entenderse», así como encontrar, con el Frente Polisario y Marruecos, «una solución definitiva (...) que permita la libre autodeterminación del pueblo saharaui».
Explicó que tanto España como Estados Unidos trabajan «en esa dirección», así como en la consecución de la integración regional magrebí.
Moratinos dijo que el Gobierno español ha sugerido a Haidar que «su causa justa, legítima de defensa del pueblo saharaui» se puede llevar a cabo sin necesidad de continuar con la huelga de hambre.
La activista saharaui fue detenida el 13 de noviembre pasado por la gendarmería marroquí al llegar a El Aaiún, la capital del Sáhara Occidental, en un vuelo procedente de la isla española de Gran Canaria, tras recoger un premio en EEUU.
Haidar fue devuelta al día siguiente a España en un vuelo que aterrizó en Lanzarote (también en el archipiélago de las Canarias), en cuyo aeropuerto emprendió una huelga de hambre tras no conseguir volver al Sáhara Occidental.
Las autoridades de Rabat mantienen su negativa a que Haidar regrese a El Aaiún, de donde fue expulsada por negarse a reconocer que su nacionalidad es marroquí.