Iñaki Urdangarín, a su llegada a los juzgados de Palma. | M. À. Cañellas

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El Duque de Palma, Iñaki Urdangarin, justificó ante el juez instructor del caso Nóos que su mujer, la Infanta Cristina, era vocal en el Instituto que presidía porque hacían falta cinco personas para formalizar la Junta Directiva y «tuvimos, cómo decir, que cubrir esos asientos». No obstante, señaló que su esposa no hacía «absolutamente nada» sino que fue nombrada como persona «de máxima confianza y transparencia» para el cargo que iba a ostentar.

Así lo puso de manifiesto durante su comparecencia del pasado 23 de febrero, cuya transcripción, a la que ha tenido acceso Europa Press, ha sido este lunes notificada a las partes personadas en la causa. «Era una persona de confianza mía en la Junta Directiva, simplemente eso, con la voluntad máxima de dar una transparencia y una normalidad a las cosas», recalcó el imputado acerca del nombramiento de la Infanta en la entidad a través de la cual presuntamente fueron desviados unos 5,8 millones de euros.

En su primera pregunta en torno al papel de la hija del Rey Don Juan Carlos, el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Palma, José Castro, observó que según los estatutos de Nóos, con tres miembros en la Junta -presidente, tesorero y secretario- «bastaba», a lo que el Duque respondió que sus asesores le dijeron que «había esto, conformamos que iban a ser cinco y yo siempre he pensado que el formalismo eran cinco, no tres».

Al interpelarle sobre qué hacía entonces su esposa como vocal, Urdangarin se limitó a contestar: «absolutamente nada», tras lo cual el juez le preguntó «y si no hacía nada, ¿para qué estaba allí?». «Le repito Señoría, yo siempre he pensado que hacían falta cinco personas para formalizar esa Junta y nombramos a las personas de máxima confianza y máxima transparencia para ello. Nada más. Es la primera noticia que tengo que con tres ya hubiésemos conformado la Junta», espetó el encausado.

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Una respuesta que llevó al juez a preguntarle si redactó él el Estatuto de la entidad, respecto a lo cual el Duque aseveró que «yo no lo hice, personalmente». Sin embargo, respuestas sucesivas en el mismo sentido no acabaron de convencer al magistrado, quien recalcó tajante que «el problema no es que haya uno o dos más, es que esos dos más hagan algo que justifique su presencia. Entonces, la pregunta es: ¿qué funciones tenía Doña Cristina de Borbón en esa Junta Directiva?».

El juez: «Para dar transparencia no es necesaria su esposa, digo yo»

«Ninguna», insistió el expresidente de Nóos, afirmando que la presencia de su mujer en el Instituto respondía a una «voluntad máxima de dar una transparencia y una normalidad a las cosas». De nuevo, el juez intervino para precisar que para dar «transparencia no es obligatorio que esté Doña Cristina, digo yo. Para crear un área de influencias, sí que es obligado que esté Doña Cristina, pero para que haya transparencia...».

Consideración que llevó al Duque a terciar: «Transparencia, comodidad, vaya, formalismo, personas que estén cerca nuestro y que saben que esa idea, pues la podemos cerrar con ellos, nada más. Esa vacante la podemos cerrar con ellos. No se me ocurrió otra lectura, Señoría, a ese tema», justificó.

Acto seguido, Castro le preguntó si «no es más cierto» que el hecho de que figurara en la Junta tanto su esposa como el secretario personal de las Infantas, Carlos García Revenga, era «para ganarse un plus de solvencia, de credibilidad para obtener contrataciones públicas y privadas. A mí privadas privadas me da igual, pero las públicas no. ¿No es eso cierto señor?». «Nunca se pensó en ese criterio, nunca», remachó Urdangarin.