Dirigentes del PP esperan que Rajoy mueva ficha y reabra el diálogo con la Generalitat de Catalunya. | Reuters

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aún no ha movido ficha sobre la cuestión catalana. No ha respondido con palabras gruesas al presidente de la Generalitat, Artur Mas, que amenaza con convocar una consulta el próximo año. Según fuentes de Moncloa, Rajoy no responderá a las declaraciones de Mas mientras no se convoque el referéndum secesionista. No hay que ponerse nerviosos, este es el lema del presidente. Es un estilo de hacer política que saca de quicio a los halcones del PP, salvo a los del ala más radical, los seguidores de José María Aznar.

Quienes reprochan a Rajoy que peca de tibieza en el manejo del problema no reparan en el hecho de que Artur Mas aunque habla de convocar una consulta , hasta hoy, no lo ha hecho. No ha dado el paso. Rajoy se mueve en la legalidad y una consulta en Catalunya solo puede ser legal si el presidente la autoriza.

Reproches

Los halcones más moderados, sin embargo reprochan a Rajoy que no tienda la mano a Mas cuando se la ha ofrecido o, más recientemente, entrar en el debate abierto por el líder de Unió, Josep Antoni Duran i Lleida, al proponer una 'tercera vía' que no sea el independentismo o mantener el 'status quo'. Según algunos dirigentes del PP, la situación solo puede agravarse y llegar incluso a perjudicar la actual situación económica, que la ven como de arranque para salir de la crisis. Estos halcones apuestan por una mayor movilidad del presidente, que pasaría por reunirse con sectores menos radicales y que defiende una Catalunya dentro de España, eso sí, otorgando un mayor autogobierno que podría aproximarse a lo conseguido por el País Vasco. La 'tercera vía' sería una buena manera para entrar en el debate y centralizarlo.

Mientras, las declaraciones de los dirigentes del PP no hacen prever un cambio de rumbo en el Gobierno. Así, El vicesecretario general de Organización y Electoral de los 'populares', Carlos Floriano, ha reprochado a Mas que «invente mentiras y quimeras para gobernar» ya que con la independencia «no se resuelven» los problemas.

A modo de ejemplo, Floriano ha indicado que en 2011 el déficit en el ámbito de las cotizaciones a la Seguridad Social y el pago de pensiones alcanzaba en Catalunya los 1.370 millones, que un año después se elevó a 1.728 y a fecha del pasado 31 de agosto era ya de 1.940 millones.