El rey Juan Carlos y el príncipe heredero saudí, Abdulaziz al Saud. | Sergio Barrenechea

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El Rey inició ayer una visita oficial a Arabia Saudí acompañado de tres ministros y una treintena de empresas españolas, en el marco de la gira que inició en abril para visitar todos los países del Consejo de Cooperación del Golfo en busca de contratos e inversiones.

Esta potencia regional, que rivaliza con Irán por la hegemonía de la región de Oriente Medio, está haciendo, como sus vecinos, inversiones millonarias en los sectores de las infraestructuras, la sanidad y la educación (dispone de un presupuesto de unos 270.000 millones de euros para el periodo 2010-2015), según fuentes diplomáticas.

Empresas españolas ya se han llevado parte de ese pastel, pero aspiran a otros proyectos. En Arabia Saudí un consorcio español se hizo con el contrato para construir y explotar durante 12 años el AVE entre Medina y La Meca, hasta ahora la mayor obra ganada nunca por entidades españolas, con un valor de 6.700 millones de euros.

Entre la treintena de empresarios que acompañan al monarca en este viaje figuran responsables de Abengoa, Acciona, ACS, Airbus, FCC, Indra Ferrovial, Isolux-Corsán, Navantia, Ineco, OHL, Sacyr, Talgo, Técnicas Reunidas y Tragsa.

Don Juan Carlos va a aprovechar su desplazamiento para comprobar de primera mano cómo marchan las obras del AVE. Las elevadas temperaturas le impedirán ver los trabajos sobre el terreno, pero mañana asistirá a una presentación del proyecto por parte de las empresas implicadas ante el viceheredero de Arabia Saudí, el príncipe Muqrim.

Sobre si el monarca lleva algún mensaje relacionado con la situación de los Derechos Humanos en un país que aplica la pena de muerte y prohíbe a las mujeres conducir a pesar de carecer de una red de transporte público, fuentes del Ministerio español de Asuntos Exteriores y de Cooperación se han limitado a señalar que en este tipo de encuentros a alto nivel se habla sobre «toda una gama de temas», sin detallar más.