El candidato a la Secretaría General del PSOE, Pedro Sánchez, saluda a su llegada a un encuentro con militantes y simpatizantes. | Efe

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El candidato a la Secretaria General del PSOE Pedro Sánchez ha desgranado este domingo en Zaragoza sus propuestas para liderar el partido, entre ellas la de trabajar por un Estado laico, derogar el Concordato con la Santa Sede y revisar «a fondo» todos los privilegios fiscales que ahora mismo tiene la Iglesia.

Sánchez ha agregado, en declaraciones a los medios de comunicación, que la Iglesia «no puede seguir siendo fedatario público» y, como consecuencia, se debe de aprobar una ley de libertad religiosa, que reconozca el hecho religioso de las personas en su ámbito privado.

El candidato a liderar el PSOE, que visitó ayer Murcia, Almería y Alicante, ha mantenido hoy un encuentro con militantes y socialistas en la sede del partido en la capital aragonesa, al que han asistido alrededor de cuatrocientas personas.

Y es que ha recordado que quiere ser un «candidato en la carretera» -esta tarde se trasladará a Pamplona- y ha informado de que ya ha hecho 30.000 kilómetros, para encontrarse con el «corazón» del partido, que son sus militantes, porque si es nombrado secretario general estará poco en Ferraz (sede del PSOE en Madrid) y mucho en los territorios.

Ha insistido en que muchos de los problemas de España solo se curan con más socialismo y eso es más igualdad y ha opinado que el PSOE se debe coaligar con aquellos que sufren y no con los que provocan el sufrimiento.

Según Sánchez, eso significa que las grandes coaliciones, con las que ha dicho no estar de acuerdo, tanto en España como en Bruselas, en ningún caso deben ser con el PP, sino con aquellos que sufren.

«No veo a los diputados socialistas españoles votando a Junker como presidente de la Comisión Europea», ha dicho.

En referencia a su candidatura, ha afirmado que está en una «situación muy positiva, con un optimismo contenido» y con humildad, ya que ha agregado que cree que va a tener un respaldo en cuanto a los avales, aunque habrá que esperar hasta la próxima semana para conocerlos.

Para Sánchez, lo importante es plantear una propuesta de izquierdas socialista «clara y nítida» que no sea percibida por la ciudadanía como un «mero recambio», y que se haga «de verdad» un cambio auténtico, que significa «desde la base y no dirigido».

Asimismo ha indicado que recibe palabras de ánimo de los militantes y que muchos compañeros le reconocen la valentía y el coraje de haber dado un paso al frente.

«Soy profundamente socialista, creo en mis ideas y en que el socialismo es la receta para muchos de los males que tiene España y eso es lo que defiendo en mi candidatura», ha afirmado.

En cuanto a la encuesta de Sigma Dos que hoy publica El Mundo y que señala que el secretario general del grupo socialista en el Congreso, Eduardo Madina, le dobla en apoyos, ha señalado que eso significa que tiene que seguir trabajando.

A su juicio, es necesario que el PSOE trabaje para recuperar la confianza de los ciudadanos en la política.

Sánchez ha eludido contestar a las preguntas sobre las personas que le comparan con José Luis Rodríguez Zapatero y ha insistido en que él es un militante de base.