Se han encarecido por segunda semana consecutiva tras incrementarse hasta un 0,26%, manteniéndose en niveles máximos desde mediados de 2015 | R.D

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Los precios de la gasolina y del gasóleo se han encarecido por segunda semana consecutiva tras incrementarse hasta un 0,26%, manteniéndose en niveles máximos desde mediados de 2015, según datos recogidos por Europa Press a partir del Boletín Petrolero de la Unión Europea (UE).

En concreto, el precio medio del litro de gasolina se ha situado en 1,247 euros, un 0,16% más que hace siete días, tras encadenar su cuarta semana de alzas.

Por su parte, el litro de gasóleo tiene un precio medio de 1,127 euros, un 0,26% más que la pasada semana, con lo que suma dos semanas consecutivas al alza.

Desde noviembre, la gasolina y el gasóleo se habían venido encareciendo como consecuencia de los incrementos en el precio del barril de crudo provocados por la decisión de la OPEP de reducir su producción, aunque desde el inicio del año se han estabilizado.

A pesar de la contención de precios, el litro de gasolina cuesta un 16,6% más que en la misma semana de 2016, mientras que el gasóleo marca un nivel un 22,6% superior al del mismo momento del año pasado.

La decisión de la OPEP, que se hizo efectiva el 1 de enero, ha llevado al crudo a consolidarse por encima de los 50 dólares el barril. Actualmente, el Brent, de referencia en Europa, cotiza a 55,91 dólares por barril, en niveles de hace una semana, mientras que el Texas americano se cambia a 53,25 dólares, un dólar por encima que hace siete días.

Con los precios actuales, el llenado de un vehículo con un depósito medio de 55 litros de gasolina cuesta 68,58 euros, mientras que en el caso del gasóleo el llenado asciende a 61,98 euros.

PRECIOS EN LA UE

La gasolina es más cara en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio de venta al público del litro de combustible Euro-Super 95 se sitúa en 1,39 euros y en 1,427 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,248 euros de media en la UE y 1,234 euros en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los nuevos gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal en general que la media comunitaria.