El líder del PSC Miquel Iceta en la sede del partido, en Madrid, donde se instaló la capilla ardiente para despedir a Carme Chacón. | Efe

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El corazón de Carme Chacón era frágil y vulnerable, ella lo sabía y era consciente de esta debilidad que la llevó a participar en el primer congreso contra la muerte súbita celebrado el pasado año, según ha explicado a Efe su cardiólogo de toda la vida, Màrius Petit Guinovart.

«Discordancia aurículo-ventricular» es la definición correcta de la anomalía que sufría el corazón de la exministra de Defensa y Vivienda, Carme Chacón, hallada muerta el pasado domingo en su piso de Madrid.

Ella definía su enfermedad como «tener el corazón al revés», de forma llana, mientras que su médico precisa hoy que «las aurículas no estaban conectadas con los ventrículos que tocaba y éstos estaban conectados a arterias equívocas».

Esa cardiopatía se complicaba con otros problemas diversos que, en su caso, hacían que su estado de salud fuese frágil, a pesar de la imagen «de tremenda voluntad y ambición noble» que destilaba la exministra, política y también abogada.

En ese primer congreso de la Asociación Española contra la muerte súbita, Carme Chacón intervino ante los asistentes dando las gracias a los profesionales médicos y al sistema sanitario español «por su conciencia y por su humanidad, que no tiene precio».

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También agradeció a sus padres, en el mismo encuentro, que la hubiesen tratado siempre como una niña sana y que la hubiesen dejado hacer deporte y todas las actividades que se proponía, durante su infancia y juventud.

Petit ha recordado hoy que «hemos hecho juntos mucho camino» como paciente y doctor, a lo largo de la vida de Chacón, a la que empezó a tratar cuando era pequeña.

La causa de la muerte de la política deberá establecerla la autopsia, aunque la muerte súbita se apunta como una posibilidad «que podía ocurrir», debido a su «compleja dolencia cardíaca».

El facultativo ha indicado que recomendó a Chacón llevar una vida tranquila, sin sobreesfuerzos, pero la antigua dirigente socialista de Esplugues de Llobregat «aceptó los riesgos» y apostó por jugar al baloncesto cuando era joven y, más tarde, por llevar una vida muy activa profesionalmente y «por tener un hijo, que era la ilusión de su vida».

La pena por la muerte repentina de Carme Chacón acompaña estos días a su cardiólogo, quien responde con tristeza pero con amabilidad a las preguntas sobre la dolencia cardíaca que padecía la joven socialista, a quien atendía en el hospital de El Pilar, del grupo Quironsalud, de Barcelona.