Junqueras se encuentra recluido en la cárcel de Estremera desde el pasado 2 de noviembre, cuando la juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela ordenó su ingreso en prisión junto con los otros siete exconsellers catalanes.
Una orden que ratificó el magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena un mes después, aunque en esta ocasión, el juez sólo mantuvo la prisión para el exvicepresidente de la Generalitat, el conseller de Interior, y los líderes de ANC y Òmnium, Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, estos dos últimos recluidos en la cárcel de Soto del Real.
La vida de Oriol Junqueras transcurre en una celda de 12 metros cuadrados en un módulo de los considerados 'blandos' por su escasa conflictividad y dispone de muchas horas para realizar actividades desde que se levanta a las 08.00 hasta que debe regresar a la celda tras la cena, que se sirve a las 20.00 horas.
El líder de ERC y candidato a la presidencia de la Generalitat se encuentra integrado en la rutina habitual de la prisión y para emplear parte de su tiempo libre realiza actividad física y también intelectual.
Según las fuentes consultadas, dedica parte del día a jugar al baloncesto y también a leer; de hecho, en Estremera los presos cuentan con una biblioteca.
Además, se ha apuntado a uno de los cursos de idiomas que se imparten en la prisión y también se aplica en responder a la abundante correspondencia que recibe.
Las mismas fuentes explican que le envían a la cárcel más de cien cartas diarias.
El centro penitenciario de Estremera es uno de los más modernos en Europa: la rutina da comienzo a las 08.00 horas.
Tras el aseo y el desayuno, comienzan diferentes actividades lúdicas y de esparcimiento, con acceso a clases de spinning y otros deportes en el polideportivo, biblioteca, actividades culturales, cursos de idiomas, participación en la propia vida y gestión del módulo.
A las 14.00 horas se sirve la comida; después de comer y reposar, alrededor de las 16.30 horas, los internos salen al patio, donde pueden disfrutar de caminatas al aire libre, hacer deporte y comunicarse con el resto de presos, franja que se prolonga durante varias horas.
La cena se sirve a las 20.00 horas, tras la cual los internos vuelven a su celda.
Precisamente las cartas crearon un problema al expresidente de la ANC, Jordi Sànchez, hace quince días, cuando las camufló entre enseres personales para saltarse el reglamento común para todos los internos de la cárcel madrileña de Soto del Real.
Instituciones Penitenciarias le sancionó con una falta disciplinaria, después de que los funcionarios de este centro descubrieran que «había vulnerado el conducto reglamentario para la salida de su correspondencia»
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