Desde que la Audiencia Nacional primero y el Tribunal Supremo después investigan a los responsables del proceso soberanista en Cataluña, la mayoría de los que han sido citados han acudido a declarar, como por ejemplo el líder de ERC y exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, ingresado en la prisión de Estremera desde el 2 de noviembre de 2017.
También es el caso de los Jordis, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, igualmente en prisión preventiva desde que pasaron ante el juez, o de la expresidenta de la cámara catalana, Carme Forcadell, para quien en su día se dictó prisión eludible bajo fianza de 150.000 euros.
Sin embargo, cinco de los citados, encabezados por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y cuatro consellers del que fue su gabinete, Lluís Puig, Clara Ponsatí, Toni Comín y Meritxell Serret, también fueron citados y optaron por irse a Bruselas y establecer su residencia allí.
Está por ver pues por qué opción se decanta la exportavoz de la CUP Anna Gabriel, quien este miércoles 21 de febrero deberá comparecer ante el Supremo, y de quien el propio partido ha indicado que se encuentra en Ginebra en el marco de un viaje organizado como «estrategia de defensa».
El último precedente de un representante anticapitalista ante los tribunales fue la citación el pasado jueves de la también exdiputada del Parlament Mireia Boya, que sí optó por personarse ante el Alto Tribunal, que en su caso la dejó libre sin medidas cautelares.
Precisamente, Boya ha realizado una publicación en Twitter en la que brinda su apoyo a Gabriel.
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Fa vint anys era impensable que dins espanya persones que sempre han defensat l'acció política no violenta puguessin esser tancades preventivament a la presó per desobediencia. La justicia s'ha embrutit molt i l'estat de dret amb aquestes detencions preventives ha desaparegut.