Así lo ha solicitado Puigdemont, recluido en un centro penitenciario de Alemania, en una carta dirigida a su grupo parlamentario, que ha sido leída en una reunión de JxCat, justo antes de que arranque el pleno del Parlament.
En la carta, firmada desde la cárcel de Neumünster, Puigdemont expone que el pasado 23 de marzo el Comité de Derechos Humanos de la ONU «dictó unas medidas cautelares por las cuales el Estado español debe garantizar» al número dos de JxCat, Jordi Sànchez, preso en Soto del Real (Madrid), «el ejercicio en plenitud de sus derechos políticos».
«La decisión es consecuencia de la vulneración de su derecho a someterse al debate de investidura para ser escogido presidente de la Generalitat de Cataluña, derecho que tenía y tiene, dada su condición de diputado del Parlament», subraya.
Según Puigdemont, no se trata de una «resolución menor ni trivial sino de gran trascendencia», ya que «todos los Estados que se han adherido» al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos «deben cumplir obligatoriamente las resoluciones que dicta el Comité de Derechos Humanos».
«Estamos ante una oportunidad, sin precedentes, que hemos de aprovechar jurídica y políticamente en la defensa de nuestra causa a nivel internacional», destaca.
Por ello, Puigdemont formula un encargo a su grupo parlamentario: «Hay que exigir al Estado español el cumplimiento de las medidas de las Naciones Unidas y preservar los derechos del diputado Jordi Sànchez como candidato a la presidencia de la Generalitat».
«Hacerlo es un acto de justicia que repara el daño causado por los poderes del Estado español. Hacerlo insta al Estado a comportarse como el resto de países de Europa y a respetar los derechos políticos de todos, incluidos los derechos políticos de las minorías que querría silenciar», añade.
A su juicio, «ya que el Estado español no se comporta de manera democrática por propia voluntad, al menos hagamos que responda a las instancias internacionales que tiene la obligación de obedecer en virtud de los acuerdos firmados».
En caso de que el Estado «opte por ignorar el derecho internacional y la petición del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas» y persevere en su persecución política e ideológica», remarca Puigdemont, «demostrará una vez más que es capaz de cualquier cosa para alterar el normal funcionamiento de la democracia en Cataluña».
«Esta, que es una posibilidad bien real, la deberíamos también aprovechar para la defensa de libertades políticas de Cataluña, sumando a nuestra causa una nueva vulneración de los derechos civiles en nuestro país», apostilla Puigdemont, que dice en su carta que «añora poder hablar directamente» a sus compañeros de grupo.
4 comentarios
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Mallorquí ho exigeix la ONU resulta que al PIDCIP està per damunt de qualsevol llei interna.
Ojo al dato, Puigdemont quiere que lo detengan. Le encantaría para hacerse el mártir. Cuando lo agarren, el procedimiento debería ser una citación en Fiscalía, efectiva destitución del cargo y empapelamiento con embargo de todos sus bienes. Hay que tocarle el bolsillo, como al mandíbulas que ha desaparecido del mapa. Todo en cómodas dosis. Luego para casita y que se apunte al paro. En la cárcel habría que mantenerlo. Eso nunca.
Los presos no pueden exigir...tienen que cumplir...a ellos, democráticamente se les exigió y ordenó que cumpliesen con las leyes y la Constitución española y del Parlament. y...?
Qui es ell per exigir.