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El Tribunal Supremo (TS) ha suspendido este miércoles la vista para estudiar los recursos presentados por el expresident catalán Carles Puigdemont, el exvicepresident Oriol Junqueras y otros doce inculpados contra los procesamientos dictados en el caso abierto por el «procés».

Fuentes jurídicas han informado de que la Sala ha suspendido sin nueva fecha la vista de hoy por un error en la tramitación del recurso del presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.

Cuixart presentó un recurso de reforma ante el juez Pablo Llarena subsidiario de apelación, ante la propia la Sala de Apelaciones, pero esta última lo admitió sin haber informado a las partes para hacer alegaciones al mismo, por lo que el Supremo ha suspendido la vista.

En cambio el resto de investigados presentaron un recurso de reforma ante el juez y luego otro ante la Sala de Apelaciones.


La Sala admitió todos los recursos de los investigados y dio traslado a las partes para hacer alegaciones de los mismos, pero con el de Cuixart no sucedió así debido a que, al ser subsidiario de apelación, la Sala lo elevó de forma automática sin informar a las partes para hacer las alegaciones correspondientes.

De esta forma, añaden las fuentes, las partes no han podido conocer cuales son las alegaciones de Cuixart ni su estrategia procesal, por lo que no pueden decidir si se adhieren u oponen al mismo, es decir, no se les ha dado traslado del escrito del presidente de Òmnium.

Ante esta situación, la Sala ahora sí ha dado traslado a las partes del recurso de Cuixart, las cuales disponen de un plazo de cinco días para hacer las alegaciones que consideren oportunas, antes de fijar una nueva fecha para la vista conjunta de los recursos de los investigados.

El juez Llarena procesó por delitos de rebelión, malversación o desobediencia a miembros del Govern y del Parlament, así como a dirigentes independentistas.

Recurrieron sus procesamientos, además de los citados, los exconsellers Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva, Dolors Bassa, Carles Mundó, Lluís Puig y Clara Ponsatí; los exparlamentarios Josep Nuet, Anna Simó y Carme Forcadell, y el excandidato a president y diputado de JxCAT Jordi Sànchez.

Todos ellos recurrieron y ahora la Sala que revisa las decisiones de Llarena en el Supremo deberá fijar una vista a puerta cerrada con presencia de los abogados defensores, fiscal, abogado del Estado y acusación popular (esta última también ha recurrido pidiendo agravar las acusaciones por las que se procesa a los inculpados).
El Supremo ha rechazado las peticiones de los exconsellers Jordi Turull y Josep Rull y del expresidente de la Asamblea Nacional de Cataluña Jordi Sànchez de estar también presentes en la vista, «al no ser preceptiva su presencia».

Los exconsellers Jordi Turull y Josep Rull y el diputado de JxCat Jordi Sànchez recurrieron ante el Tribunal Supremo su procesamiento argumentando que, a diferencia de su caso, nadie ha sido acusado de sedición por las protestas contra La Manada, en las que un ministro tuvo que salir escoltado (en referencia al ministro de Justicia, Rafael Catalá).

En su escrito, defienden que las concentraciones del 1 de octubre o del 20 de septiembre de 2017 ante la Consellería de Economía son «actos legítimos de protesta ante actuaciones judiciales».
Puigdemont alegó en su recurso que durante la celebración del referéndum ilegal de independencia del 1-O no hubo «ningún tipo de violencia», por lo que no cree justificado el delito de rebelión que se le imputa.
Mientras que Junqueras denunciaba en el recurso contra su procesamiento por rebelión que sufre un «calvario inmerecido» por las «piruetas argumentativas» con las que el juez del Supremo Pablo Llarena pretende «criminalizar» al independentismo, pese a la «evidente falta de violencia».