Un inspector de la Policía Nacional que actuó en la intervención de colegios electorales en Lleida para impedir la celebración del referéndum ilegal del 1 de octubre 2017 ha relatado este jueves en el juicio por el proceso soberanista en el Tribunal Supremo que recibió «insultos» y «amenazas» mientras intentaba asistir a un anciano que sufrió un infarto.
«Asesino, le habéis matado» fue alguno de los gritos que escuchó este policía cuando estaba practicando las maniobras de reanimación. Ha explicado, a preguntas del fiscal Fidel Cadena, que durante la actuación en el centro de formación de adultos Juan Carlos I se percató de que «una persona de avanzada edad se encontraba tirada en el suelo», por lo que trató de abrirse paso ante los congregados para ayudarle.
Debido a que no le encontraba el pulso, decidió llamar al centro de coordinación (CECOR) para pedir una ambulancia. En este punto, ha destacado que la pareja de Mossos d'Esquadra que allí se encontraba no le prestaron ningún tipo de ayuda hasta que apareció el servicio médico.
«Ni actuaron como mediadores, ni en ningún momento dieron cumplimiento al auto judicial, ni nos ayudaron cuando nos vieron apurados» intentando acceder al colegio electoral, ha subrayado este inspector. Ha destacado que la única ayuda que recibió fue la de dos jóvenes que se presentaron como médicos y la de otra persona que apareció con un desfibrilador con el que consiguieron «reanimarle».
Si bien, las defensas de los líderes de las asociaciones ANC y Òmnium Cultural, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart, han intentado desmentir a este testigo y le han preguntado si el motivo por el que este hombre se encontraba en el suelo era porque había sido agredido por un policía y otros cuantos se cayeron encima de él. Al mismo tiempo le han recordado que este hecho está siendo investigado por el Juzgado de Instrucción número 4 de Lleida.
El testigo ha insistido en que tuvo constancia de la presencia de esta persona porque «ya estaba en el suelo». «Nadie me dijo que fue agredido», ha dicho. No obstante, esta parte del interrogatorio ha sido interrumpido por el presidente del tribunal, el magistrado Manuel Marchena, para hacer hincapié en que en este juicio no se está dirimiendo este suceso: «El tribunal lamenta este incidente (*) pero no vamos a perder ni un minuto más en investigar o descubrir qué pasó», ha concluido.
Marchena incluso ha llegado a reprender a Jordi Pina, abogado de Sànchez, después de que éste acusase al magistrado de estar equivocándose por no dejarle preguntar sobre este hecho. «Cuando declaro la impertinencia de una pregunta, usted no me puede decir que estoy errando», ha advertido el presidente del tribunal.
Los 14 testigos que han comparecido este jueves en el Tribunal Supremo han constatado también las dificultades para acceder a los centros de votación por los empujones, golpes e insultos de los manifestantes, quienes en un colegio de Lleida calificaron a la Policía como «perros de Rajoy».
Algunos de los agentes, además, han hecho referencia a la presencia de personas mayores, niños e incluso discapacitados en los colegios, tanto formando una primera línea de concentración como en salas de los centros.
Todos ellos estos agentes han asegurado que estas personas fueron acompañadas por policías hasta zonas de seguridad, pero alguno también ha indicado que por ello también fueron insultados. Un inspector que participó en el registro del colegio 'Els Horts' de Barcelona ha señalado que le sorprendió que le llamaran «torturador», al igual que uno de los ancianos le pidiese que no le «pegue».
La sesión de este jueves, la trigésima, ha concluido con la testifical de un subinspector que ha narrado el acoso que sufrió un convoy de tres vehículos logotipados de la Policía Nacional durante un desplazamiento entre Girona y Figueres el día siguiente del referéndum.
Ha contado que durante este trayecto un conductor intentó cortar este convoy haciendo una «circulación en zigzag» y con «frenazos bruscos». El tercer vehículo policial no consiguió «rebasarle» y finalmente «se produjo una colisión por raspado» que desplazó al otro coche hasta la cuneta.
Aunque los agentes se bajaron de su vehículo para interesarse por el estado del conductor tras el accidente e identificarle, el testigo ha subrayado que no lo lograron y que se retiraron al ver que el «tráfico rodado» se paró y los demás conductores se concentraron de «forma bastante hostil y beligerante».
La vista oral contra los 12 líderes independentista se reanudará el próximo lunes, 15 de abril, a las 10.00 horas, con la declaración del que fue 'número dos' del teniente coronel de la Guardia Civil Daniel Baena, instructor de los atestados de la investigación por el 1-O, y 17 agentes de la Policía Nacional que participaron en el dispositivo para impedir el referéndum.
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