«No puede pretender» que a la formación morada se le «humille más», ha recalcado en una entrevista en TVE, en la que ha recordado que a él se le humilla en el momento en que se le veta para formar parte de un hipotético Gobierno de coalición.
Y a eso él está dispuesto, pero a lo que no está dispuesto es a que se deje de lado a «los casi cuatro millones de votantes» que se decantaron por Unidas Podemos en las elecciones del 28 de abril.
Con todo, ha lanzado otro aviso: también es humillación pedir a un partido como el PP que se abstenga para la investidura cuando las expresidentas madrileñas Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes acaban de ser imputadas, y al mismo tiempo, evitar la alianza con Podemos, que «no ha robado un euro».
Sobre el documento que Sánchez presentará este martes, que componen casi 300 medidas, Iglesias ha reconocido que lo que ha escuchado hasta ahora «no suena mal» y que en su formación leerán el texto, si bien ha expresado en varias ocasiones durante la entrevista que no se fía.
Porque, según ha explicado, con el PSOE tienen «experiencia» de «promesas y palabras bonitas» que a la postre, desde la acción de Gobierno, no se cumplen.
Ha citado como ejemplos el compromiso de Sánchez sobre la lista de amnistiados fiscales, que no se publicó, o sobre derogar la reforma laboral, que no ha llevado a cabo.
Iglesias incluso ha puesto en duda la palabra del líder socialista («cuánto tiempo dura su palabra», ha dicho), y así, ha retrocedido a julio cuando dijo que el obstáculo para el Gobierno de coalición era su homólogo de Unidas Podemos y luego se vio que no.
Ha pedido a Sánchez que «reflexione» si en verdad desea la repetición electoral, pues se ha mostrado convencido de que los españoles pasarán factura, y en este contexto ha subrayado «la generosidad» que Unidas Podemos ha demostrado.
Lo ha explicado: en la oferta de Gobierno de coalición de julio, aunque Unidas Podemos representaba el 33 por ciento de los votos de ese posible Gobierno, se le confería el 5 por ciento del presupuesto y un ministerio de 17, y pese a ello, recientemente abogó por retomar la negociación desde estos parámetros.
Respecto de las políticas activas de empleo, que propuso hace dos meses en un último intento de lograr el acuerdo, Iglesias se ha preguntado por qué si no son tan importantes para el PSOE, no quiere incluirlas en la negociación.
Al final, tal y como ha reconocido, la sensación es que el Partido Socialista creyó en promesa del Gobierno de coalición «sólo tres días». En su opinión, los socialistas anhelan ocupar «todo el poder».
Iglesias quiere que Unidas Podemos entre en el Gobierno no tanto por «los sillones» como por las «competencias», ya que aspiran a «cambiar la vida de la gente».
Ha puesto otro ejemplo: el Ministerio de Vivienda que le ofreció el PSOE en julio no tenía capacidad ni para evitar desahucios ni para frenar la subida de los alquileres.
Su relación personal con Sánchez no es el problema, ha señalado, ya que ha llegado a ser «afectuosa» en ciertos momentos, y que haya desconfianza es hasta «normal»
2 comentarios
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A Sánchez, que lo echaron de su partido quitándole las llaves, y al que el propio Pablo Iglesias le intentó hacer un sorpaso que creyó posible y letal, no creo que pueda írsele ahora con la canción de la humillación. El infantilismo psicológico de Iglesias le hace ignorar que nuestras acciones tienen consecuencias, sea vivir en un chalet de clase alta o evidenciar el odio que Iglesias (y todo Podemos) demostró hacia el PSOE hace unos años... eso, más la diferencia en votos que actualmente tiene con el PSOE le debería ayudar a aprender que humillar al arrogante y al soberbio es muy fácil, pero humillar al humilde es muy difícil.... prueba a ser humilde, Pablito.
Ser de Podemos ya es bastante humillante.