El presidente de la Generalitat, Quim Torra, se dirige a los demás asistentes durante una sesión plenaria en el Parlament de Catalunya. | David Zorrakino

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El Parlament ha aprobado este miércoles una moción de ERC por la que rechaza la sentencia del 1-O y considera que la tarea del presidente de la Sala Manuel Marchena y del resto de miembros del Tribunal Supremo es «más propia de un sistema judicial autoritario» que de uno democrático.

El punto de la moción, que subraya que la actuación fue «más propia de un sistema judicial autoritario que tiene como principal misión garantizar los intereses de una determinada ideología, que de un sistema judicial de una democracia avanzada con el objetivo de garantizar derechos fundamentales de la ciudadanía», ha salido adelante en el pleno del Parlament con los votos a favor de JxCat, ERC y la CUP, la abstención de los comuns y con el rechazo del resto de grupos.

Otro de los puntos de la moción que ha prosperado es el que rechaza la sentencia por considerarla «injusta, y porque, bajo la apariencia de haber sido dictada en un marco de garantías y de sumisión a la ley, no es más que el resultado de un juicio político y de una causa general contra el independentismo», que ha salido adelante con los mismos votos, pero en este caso los comuns han votado a favor.

Con el mismo resultado, el Parlament ha aprobado que Marchena tuvo una actitud parcial y alerta de que «el proceso está basado en una causa general que no descansa sobre ningún hecho concreto, sino en la impugnación de la actividad legítima de actores políticos y sociales».

DIÁLOGO CON EL ESTADO

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A través de la misma moción, el Parlament ha aprobado instar al Govern a exigir al Estado la asunción explícita de que «cualquier resolución al conflicto entre Catalunya y España tiene que pasar por el diálogo y el consentimiento».

«La estrategia de coacción institucional contra las instituciones catalanas y movimientos políticos y sociales, solo contribuye a cronificar el conflicto», agrega el punto que ha salido adelante con los votos a favor de JxCat, ERC y comuns, con la abstención de la CUP y el rechazo del resto de grupos.

También ha prosperado el apartado por el que el Parlament exige al Estado dejar de trasladar agentes de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado con «el único objetivo de crear un clima de excepción para limitar los derechos fundamentales de manifestación y protesta», un punto que también han respaldado los 'cupaires'.

FRANCO EN EL PARLAMENT

Durante las intervenciones han sido recurrentes las menciones a la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos, después de que varios diputados socialistas destacaran el día «histórico» que supone este jueves el traslado del cuerpo del dictador.
El secretario primero de la Mesa del Parlament, Eusebi Campdepadrós, ha reprochado a los socialistas sacar pecho por la exhumación mientras «quieren impedir que aquí se repruebe a su heredero».

Campdepadrós se refería a recurso presentado por el Gobierno contra una moción del Parlament presentada por los comuns, por la que la Cámara reprobó al Rey.
El diputado de la CUP Carles Riera ha criticado a los socialistas por la presencia de la ministra de Justicia, Dolores Delgado, en las honras fúnebres a Franco: «¿Duelo a un franquista? ¿A un genocida? Ustedes son los representantes del pacto con el franquismo».