El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, ha ofrecido un reajuste de las ayudas del fondo de recuperación y un control más estricto de su desembolso. La nueva propuesta rebaja en 50.000 millones los subsidios previstos. | Reuters

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España está abierta a someterse al denominado «freno de emergencia» para el control del fondo europeo siempre que no haya derecho de veto, y también aceptaría la reducción de las ayudas directas mientras el paquete económico final que salga de esta cumbre sea bueno para sus intereses.

Así lo han apuntado fuentes del Gobierno, que niegan que la negociación de la cumbre europea se haya estancado aunque admiten que está siendo muy dura y difícil.

No quieren en la delegación española hablar de cifras concretas pero no se cierran a la propuesta que este sábado ha hecho el presidente del Consejo, Charles Michel, de trasvasar 50.000 millones de los previstos para ayudas a fondo perdido al capítulo de préstamos.

Esto supondría que en lugar de 500.000 millones en subvenciones directas habría 450.000, y los 300.000 millones restantes serían préstamos.

Estamos en «mitad» de la negociación y habrá que ver el paquete global, que según insisten fuentes de la delegación española puede ser bueno para el país.

Y aunque no confirman si se están negociando otras compensaciones que podrían estar en el presupuesto plurianual, admiten que en las reuniones bilaterales que está habiendo desde que se suspendiera el plenario del Consejo Europeo a la una de la tarde se está hablando de todo.

Tampoco se cierra España al llamado «freno de emergencia», otra propuesta de Michel que permitiría que si uno o varios países consideran problemático un plan de reformas e inversiones se paralice su aprobación hasta tener la opinión del Consejo.

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Pero el Gobierno español insiste en que tampoco en este caso aceptaría la unanimidad -que permitiría el veto de un país sobre otros- para dar la aprobación final a los planes económicos de un país.

En cualquier caso aseguran que el único que sigue insistiendo en reclamar la unanimidad es el holandés Mark Rutte, y el resto de países frugales -Austria, Dinamarca y Suecia- no están en esta demanda aunque sí siguen pidiendo más recortes del fondo y más descuentos para ellos en las aportaciones que hacen como contribuyentes netos de la UE.

En la delegación española aseguran que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está «en el centro» de las negociaciones y ha tenido numerosas reuniones bilaterales a lo largo de toda la tarde.

A última hora de la tarde Sánchez ha sido convocado de nuevo por Michel y la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, junto a la canciller alemana, Angela Merkel, el presidente francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte.
Además, Sánchez ha recibido durante la tarde en la delegación española a Macron, a Rutte, al portugués Antonio Costa o al estonio Juri Ratas.

Y sobre Rutte, en la delegación española aseguran que el primer ministro holandés no ha dicho, ni dentro del plenario del Consejo ni en las reuniones en las que Sánchez ha coincidido con él, que España e Italia tengan que hacer reformas en el mercado laboral o en el sistema de pensiones.

Las negociaciones siguen, y las fuentes de la delegación española consideran que los escollos siguen siendo los mismos que este viernes porque los frugales quieren reducir el fondo, mejorar sus descuentos y aumentar el control.

Aseguran que si hay más recortes España está dispuesta a rechazarlos e insisten, en cualquier caso, en que habrá que ver cómo queda el paquete económico global -fondo y presupuesto-, mientras asumen que queda aún mucha negociación por delante.
Y asumen, por eso, que las discusiones se pueden prolongar hasta el domingo.