Se reactiva la polémica por la lengua vehicular en la enseñanza. Una nueva sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) obliga al Instituto Ramon Barbat i Miracle de Vila-Seca (Tarragona) a impartir el 25 % de las clases en castellano, aunque rechaza la petición de una madre del centro de que toda la rotulación del centro educativo se haga en catalán y castellano. La sentencia, fechada el 3 de enero, ha sido dictada por la sala contenciosa administrativa número 5 del TSJC y es la octava que obliga a un centro educativo catalán a impartir al menos un 25 % de las materias en castellano en la clase del estudiante cuya familia lo ha solicitado.
En este caso particular la madre de un alumno del Instituto Barbat i Miracle de Vila-Seca solicitó en agosto de 2019 al Departament d'Educació del ejecutivo autonómico que modificara el régimen lingüístico del instituto y su proyecto lingüístico porque no contemplaba el castellano como lengua vehicular para que su hijo pudiera recibir también enseñanza en esta lengua cooficial.
En concreto, la madre solicitaba «garantizar la educación de los alumnos en castellano y catalán en una proporción equivalente en el grupo clase» de su hijo «sin aplicar la atención individualizada al alumno» y «sustituir el proyecto lingüístico para adaptarlo a las resoluciones judiciales y determinar la proporción razonable de las enseñanzas en las lenguas oficiales, de conformidad con la doctrina del Tribunal Constitucional, del Tribunal Supremo y del TSJC».
La madre solicitó además «asegurar que las comunicaciones que se dirijan a la familia se hagan también en castellano» y «adecuar las señalizaciones del centro para que, al menos, estén en los idiomas oficiales, en castellano y en catalán», además de «impartir otras asignaturas en lengua extranjera, y la correspondiente a la enseñanza de ese idioma».
El 14 de enero de 2020, el conseller d'Educació desestimó la petición de la madre de modificar el régimen lingüístico del instituto, pero aceptó que las comunicaciones con la familia se hicieran también en castellano. Entonces la mujer recurrió al TSJC la resolución del conseller para exigir la «cooficialidad lingüística» en el centro. La sentencia del TSJC estima parcialmente el recurso, pero reconoce que «resulta perfectamente legítimo que el catalán, en atención al objetivo de la normalización lingüística en Cataluña, sea el centro de gravedad de este modelo de bilingüismo, aunque siempre con el límite de que ello no determine la exclusión del castellano como lengua docente, de forma que quede garantizado su conocimiento y uso en el territorio de la Comunidad Autónoma».
El tribunal, que rechaza la petición de la madre de que se rotule la señalización del instituto también en castellano, admite que el actual proyecto lingüístico del Institut Ramon Barbat i Miracle «no contempla ninguna previsión respecto de la lengua castellana en cuanto lengua vehicular y de aprendizaje, sin establecimiento de porcentaje».
«El catalán es la lengua de uso habitual, y aunque se contempla la lengua inglesa y alemana, no existe previsión de uso del castellano. Es evidente que la previsión contenida en el proyecto lingüístico no respeta el porcentaje mínimo establecido -el 25 %-, ni tampoco que ese porcentaje se aplique en áreas, materias o asignaturas no lingüísticas curriculares de carácter troncal o análoga», argumenta el tribunal.
Por eso, el TSJC reconoce el derecho de la madre a que «se adecúe el proyecto educativo por la Administración, tanto el vigente como los que resulten aprobados», para «que refleje el uso vehicular de ambas lenguas oficiales en los términos establecidos en esta sentencia». Así, la sala quinta de lo Contencioso-Administrativo del TSJC declara el derecho de la madre a «que su hijo reciba, junto con sus condiscípulos, en el colegio y curso en el que sigue sus estudios, una enseñanza que incluya el castellano como lengua vehicular, en proporción razonable, que en defecto de su concreción por la Administración demandada se fija en un 25 % de las horas lectivas, para lo que deberá efectuarse la adecuación del proyecto lingüístico».
5 comentarios
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Por no se cuantas veces: Muchas gracias a la mayoría de personas que mediante sus comentarios y puntuaciones expresan su disconformidad con la vergonzante IMPOSICIÓN de una lengua que no es la propia de estas islas, que impide la obtención de puestos de trabajo y que sirve para que unos pocos renegados, adoctrinados, catalanistas, chiringuitos, etc. vivan de las subvenciones que salen de nuestros impuestos. Es de lamentar que las repercusiones de estos comentarios ha motivado ceses o dimisiones por no haberse cumplido los objetivos que persiguen ciertos grupos. Las personas afectadas reciban mi apoyo moral y mi consideración. Aprovecho la ocasión para desear salud y un Feliz Año Nuevo a todas las personas de buena voluntad. Dado que el 2021 ha terminado, cual rey del tiempo que vivimos, pensando en el protocolo real de “a rey muerto, rey puesto y viva el rey”, después de unos días de reflexión, he decidido pasar de Feliz 2021 a Feliz 2022. Consideren que soy la única misma persona, con un solo nick y que no doy varias votaciones a un mismo comentario. VIVA LAS BALEARES, SU HISTORIA, SUS COSTUMBRES Y LOS QUE DEFENDEMOS SUS "LLENGOS".
La LEÑA JUSTA. Faltaba más
Es supremacisme legal des castellà com a "llengua oficial de s'Estat" s'ha d'acabar. Totes ses llengües pròpies dets espanyols han de tenir sa mateixa consideració jurídica, es mateix estatus legal. D'altra banda, es jutges no poden legislar: això d'imposar es 25% de classes en castellà ès un invent des jutges que no apareix a cap llei.
M'estim més an es mallorquins catalanistes
Hauríem d'anar a Europa a denunciar als jutges de catalanofòbia