El expresidente socialista andaluz José Antonio Griñán. | Efe

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El asunto más polémico y candente al que se enfrenta el Ejecutivo de Pedro Sánchez es la posible concesión del indulto a José Antonio Griñán, expresidente socialista de la Junta condenado en firme por el caso de los ERE en Andalucía. Una aplastante mayoría de los ciudadanos se muestra contrario a esta medida, concretamente un 70,8%, frente a un 11,4% que se muestra a favor. No se han querido pronunciar al respecto un 17,8% de los encuestados. Las razones esgrimidas por destacados dirigentes socialistas para la concesión de la medida de gracia que evitaría la prisión a Griñán, es que el exdirigente no se ha apropiado del dinero público, que ni un solo euro ha ido a su bolsillo.

Por contra, los que se oponen, la mayoría de los partidos de la oposición en las Cámaras legislativas, sostienen que se trataba de una red clientelar, un sistema de compra de votos que garantizaba la permanencia de los socialistas al frente de la comunidad autónoma andaluza sustrayendo el dinero a los trabajadores. Desde el punto de vista jurídico también se han dado pronunciamientos, en el sentido de que el delito por el que se le condena, el que lleva acarreada pena de prisión, el de malversación de caudales públicos, no se define por el hecho de apropiarse del dinero, sino por el de destinarlo a otros fines para los que no estaba previsto.

En cualquier caso, se trata de un tema que puede conllevarle un importante desgaste al Gobierno, teniendo en cuenta el enorme rechazo que suscita entre la población. Además, no son pocos los que lo ligan a los anteriores indultos a los condenados por el procés en Catalunya. E incluso, desde el PP se le recimina a Sánchez que la moción de censura a Rajoy fue por un caso de corrupción y que éste es de una gravedad igual o superior que se valora de forma distinta desde el PSOE.